Capítulo 103.

9 3 1
                                    

Rebecca:

Noviembre, 1995.

—Así que fuiste tu quien me robó a la novia— escuché a Demián decirle a Ángelo. Y mi rubiecito se sonrió y se abrazó a mi. —Te perdonaré solo si me dejas comer uno de esos dulces que tienes escondidos—

Ángelo me miró y yo asentí y de inmediato le dió dos caramelos al pelinegro.

—Hola, creí que habías escapado otra vez— Demián me besó en los labios.

—No. Hemos estado todo el día aquí viendo películas— Respondí. —¿A dónde se supone que iría? Si no conozco a nadie aquí—

—A esos paseos matutinos que das cuando nadie te pone atención— Habló recostandose sobre la cama a un lado mío. Puso su mano en mi vientre y comenzó a hacer círculos con sus dedos, no me molestaba pero me causaba una sensación de cosquilleo.

Nos habíamos quedado en silencio mirando la televisión hasta que él volvió a hablar.

—¿No vas a ducharte, a peinar tu cabello, a maquillarte y hacerte todas esas cosas que te gustan para la cena?

—Sinceramente no quiero levantarme de esta cómoda cama, no quiero ir a esa cena de la que ni siquiera se me consultó— Dije mordiendo un chocolate.

—Pero será especial para los dos y Beatrice la organizó con mucho
esmero—

—¿Qué es lo especial?— Lo miré y se puso un poco nervioso.

—Que estamos aquí juntos, que estamos enamorados. ¿Eso no es especial?— sonreí y me recosté en su pecho.

—Sí mucho—.

Demián me acariciaba el cabello y se detuvo por un momento cuando Sofía entró en la habitación para llevarse a Ángelo.

—Lamento mucho interrumpirlos pero tengo que llevármelo para que tome un baño y luego duerma un poco— Nos dijo y Ángelo hizo un puchero negándose.

—Ve, te veremos en un rato— Pedí y él sin querer obedeció. No sin antes dejarme un beso en la mejilla.

—Yo también me voy, te dejo para que puedas relajarte— Habló Demián despidiéndose con un beso.

Después que se fue apagué la televisión y me metí en el baño.

7:45 p.m.

—Es inútil que busques, mamá ya te ha escogido un vestido, lo compró ayer por la tarde— me dijo Lucía.

Había terminado de ducharme y ahora estaba buscando algo para usar.

—Me molesta cada que hace eso. ¿Qué si no me gusta?— comenté un poco disgutada.

—Olvídalo ya, te secaré el cabello mientras que tu maquilla tus ojos— encendió la secadora y yo hice lo que pidió.

Mi hermana me preguntaba que era lo que me gustaría para el cabello pero yo no tenía idea de que era lo que yo quería hoy así que se lo dejé a su imaginación.

—Tengo una pregunta— Me dijo y sabía que comenzaría alguna conversación incómoda. —¿Qué prefieres casarte o masticar vidrio?—

Le di una sonrisa nerviosa.

—Tus preguntas son igual de raras y locas que tu— La miré por el espejo.
—Y no sé qué tiene que ver una con la otra—

Ella estaba por hablar pero Beatrice y Sofía llegaron a la puerta entrando sin avisar con una caja grande. Mi madre parecía muy feliz y entusiasmada y mi hermana y yo la miramos sin entender.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 15, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

On The LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora