On The Line

Capítulo 20.

Michael Jackson:

Agosto 29, 1984.

La gira “Victory” comenzó hace dos meses y el público enloqueció haciendo un alboroto por tratar de conseguir entradas y el equipo encargado de la gira logró poner orden haciendo que todos tuvieran acceso a ella, dimos una conferencia de prensa para hacer el anuncio del primer show y decidí donar el dinero que me corresponde a la caridad tengo suficiente y es mejor utilizarlo para los más necesitados.
Hoy teníamos el día libre y era como todos solo un día común, y a mi cabeza llegó el recuerdo de Rebecca insistiendo y tratando de convencerme para celebrar, reí bajo.
Ella ya no había mencionado nada sobre eso así que pensé que habría desistido de su idea pero No; durante los meses que llevo conociéndola he notado que ella es terca y cuando tiene una idea en la cabeza nadie puede quitársela.

Mi reloj sonó y contesté la llamada siendo cauteloso, la chica castaña me había citado en su departamento a las 6:00p.m. prometiendo una vez más que me esperaría con una tarta de chocolate quise negarme una vez más pero ella ni siquiera me dejó hablar así que me limite a escucharla aceptando la invitación. Tomé las llaves de mi auto diciéndole a mi madre que saldría al estudio para grabar algunos demos y que no regresaría hasta el anochecer. Pasaban de las 2:00p.m. y me quedé grabando esperando a que llegara la hora de marcharme y estaba tan concentrado haciendo algunas mezclas que al mirar el reloj eran las seis con treinta, ya estaba demasiado retrasado.

Salí del estudio y me monte en el auto conduciendo con velocidad, era tarde pero después de 45 minutos había llegado, subí las escaleras llegando a la puerta de Rebecca y golpeé con mis nudillos esperando a que alguien abriera, no tardo demasiado para que Sofía me hiciera pasar. Le sonreí aún con las gafas de sol puestas y ella me devolvía el gesto, me senté en el sofá hablando con ella y buscando con la mirada a la castaña a quien no veía por ningún lado, ni siquiera escuchaba su voz hasta que el ruido de unos tacones me hicieron voltear y ahí estaba ella saliendo del pasillo sonriendo de oreja a oreja y llegando a mi para abrazarme.

—Creí que no vendrías, supuse que te habías arrepentido— me dijo.
—Lo pensé en el último momento— contesté bromeando. —Pero no podía perderme probar tu tarta especial.

Miré alrededor de las paredes y todo estaba lleno de decoración con un letrero de feliz cumpleaños acompañado de mi nombre.  <<Me hicieron sentir especial>> Rebecca tenia tres gorritos de cumpleaños y puso uno en su cabeza, le entregó uno a Sofía y a mi e hice lo que ella. Pusieron música y de a poco sentí como me relajaba.
Dejaron las charolas con comida en el centro de la mesa y era demasiado para solo tres personas, pero aún así probé todo desde los macarrones, la lasaña, puré de papas y mi favorito el pollo frito estilo KFC estaba encantado con la comida de la castaña. La cena pasaba entre anécdotas, bromas y risas, hubiese sido un error el no venir me la estaba pasando tan bien.
Rebecca se levantó y me quedé con Sofía, la chica me hablaba sobre su novio y pude notar que realmente estaba enamorada por la manera que se expresaba de él y parecía que hasta su mirada cambiaba cada que mencionaba su nombre, la escuchaba atento porque estaba seguro que el amor existía y me gustaba creer que esa chica especial llegaría a mi vida.

<<¿O es que ya llegó?>>

Me preguntó la voz de mi cabeza y fue algo que me hizo entrar en duda.
La presencia de la castaña me sacó de mis pensamientos y dejo la tarta de cumpleaños en la mesa, mientras Sofía hacia aún lado todo lo demás, apagaron la música y pusieron su mirada en mi comenzando a cantar el “Feliz Cumpleaños” coloque mis gafas, la timidez se había apoderado de mí y ellas seguían con la canción los minutos parecían horas y solté la respiración cuando terminaron.
Me hicieron soplar las velas exigiéndome pedir un deseo y así lo hice, pedí mi deseo con la esperanza de que algún día se haga realidad y ellas aplaudían entusiasmadas.
Tomé la espátula y corte una rebanada de la tarta, mientras Sofía tenía la cámara encendida tomando fotografías y videos caseros, di un bocado y era de lo más delicioso que mi paladar había probado.