Capítulo 15.

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Rebecca:

La sola presencia de Dante me intimidaba pero intentaba mantenerme segura y en calma, sentía una sensación extraña era como si lo hubiera visto antes y aunque intentaba recordarlo no había nada en mi cabeza, creo que solo fue mi imaginación.
El señor Blake se fue y al salir de inmediato Sofía y Víctor entraron con rapidez para hacerme un interrogatorio.

—Dime que se quedará— me habló el chico con desesperación.
—Él es demasiado insistente y sí puede ser de mucha ayuda ya que aún somos prácticamente nada, pero yo no termino de convencerme— respondí, y es que algo me decía que no era una buena idea trabajar juntos.
—Puedes firmar el contrato por uno o dos años, será como una prueba— me dijo Sofía, su idea era buena y pensé en tomarla en cuenta.

Los tres seguíamos opinando sobre el que podría llegar a ser nuestro nuevo socio y seguíamos en desacuerdo, los tres teníamos opiniones diferentes.

—El señor Blake es un egocéntrico y no creo tener la paciencia para lidiar con alguien como él— le dije con fastidió.
—No hay problema por suerte yo soy una persona muy tolerante y puedo tratar con él si lo deseas— me ofreció Víctor.

Lo miré levantando las cejas mientras le sonreía, Dante lo había dejado fascinado.

—Por favor calma tus hormonas, estamos aquí para intentar tomar una decisión sobre el magnate no para liarte con él— le dijo Sofía frunciendo el ceño y Víctor intento seguir con la discusión, pero pedí que pararan no quería pasar la tarde escuchando sobre Dante, tenía cosas más importantes que hacer.

Seguimos ajustando los últimos pendientes sobre la publicidad, los empaques y todo eso y yo estaba poniéndome más emocionada, hasta ahora todo estaba saliendo como yo deseaba. Termine y deje solos a los chicos solo faltaban unas pequeñas cosas y pedí que terminarán de arreglarlas ya que yo tenía que salir a los laboratorios para hacer el informe de 1984.

Subí al auto y antes de encenderlo recibí una llamada de la arquitecta que estaba a cargo de construir la casa de campo y ella dijo que estaba terminada solo quedaba dar una supervisión y entregarme las llaves, me puse feliz ya quería verla, mi lugar seguro ya estaba listo; agendamos una cita y terminé la llamada para escribirle un mensaje a Lucía dándole aviso, ella tenía que ir conmigo.

Llegue al laboratorio y me encontré con mis padres abrazándolos y dejando un beso en sus mejillas como si no los hubiera visto en días, hable con mi madre sobre la fiesta y me mantuvo al día con los detalles ella tenía todo listo y sabía que saldría bien, no hay alguien mejor cuando se trata de organizar eventos sociales.
Ella tuvo que regresar con mi padre, ambos están trabajando en algo nuevo pero no sé exactamente qué es, yo por mi parte entre en la oficina de papá y tome su computadora para empezar a redactar lo que sucedió en el set del comercial y es cierto que recordar es volver a vivir, porque mientras mis dedos escribían parecía que los nervios se apoderaban de mi.

Terminé y alguien tocó en la ventana que daba al pasillo, subí la mirada y era Demián mirándome sonriendo, le hice una seña para que entrará y en segundos estaba sentado al otro lado del escritorio.

—Han pasado días sin vernos— me dijo y asentí. —¿Cómo está Michael? ¿Cómo estás tu?—

Respondí a sus preguntas y él lamentaba no haber podido viajar a 1984.

—¿Cómo estuvo Italia? —pregunté.
—Todo bien, demasiado bien— me dijo mirando un punto fijo y mordiendo un bolígrafo, supuse que estaba recordando a alguna chica pero no quise preguntar su vida privada no me interesa en lo absoluto.

Mi móvil timbró y era un mensaje de Lucía avisando que venía al laboratorio y 15 minutos después ella llegó, supuse que André la acompañaría pero entró sola.

—¿En dónde está André? —Pregunté.
—Me dejo afuera y se fue, tiene una cita con Sofía— Dijo tomando la computadora.

Ella buscó el USB en donde había fotografías y videos de Michael que grabamos en nuestras visitas, revolvió cajones y cuando lo tuvo lo conecto al pc mirando con fascinación la pantalla.

—¿Quién será tu acompañante para la fiesta?— Le dijo Demián a mi hermana.
—Iré sola no necesito a un chico. Quiero olvidarme de ellos por un rato, la mayoría son estúpidos— respondió con una mueca en su cara.

La miré de reojo y tiene razón a veces es bueno olvidarse que ellos existen.

—Entonces… ¿Tu y yo iremos juntos? —Me dijo Demián sin quitarme la mirada.

Le sonreí y asentí ya le había prometido asistir juntos y no podía decir que no ahora. Estábamos a punto de irnos y mi padre decidió que cenaríamos fuera y claro que invitó a Demián quien no se negó. Regresamos a casa cerca de las 10:00p.m. y Lucía me pidió retocar su tinte rojo, le obedecí y cuando estaba terminando el “reloj” estaba sonando y era Michael él estaba llamando, mi hermana me sonrió emocionada y yo aún con guantes manchados de tinte en las manos le pedí presionar la pantalla para contestar su llamada y escuchamos la suave voz de Michael.

                            PARTE II.

Michael Jackson:

Estaba a oscuras tumbado en la cama de mi habitación, estaba aburrido y pensé en llamar a Rebecca. Busque el aparato que me dio y esta sería la primera vez que lo utilizaría, lo encendí y marque la pantalla como ella me explicó no tenía demasiadas esperanzas en esto pero aun así lo intenté y me sorprendió que si pudo funcionar, espere a que mi llamada fuera conectada y cuando me contestó dije un “Hola” escuche el grito de una chica que hizo alterarme un poco, ese grito me hizo imaginar que algo malo había sucedido. Se escuchaban voces y me quedé en silencio para poder escuchar mejor hasta que la voz de Rebecca me contestó, pidiendo una disculpa y explicando que el grito salió de la voz de su hermana menor, sus palabras me mantuvieron tranquilo mi mente imaginó que alguien estaba en peligro.

—Estoy sola ahora, ya nadie pegara de gritos— me dijo. —¿Todo bien?
—Sí, todo bien. Solo que te tome la palabra cuando dijiste que podría llamar cuando quisiera—
—Y lo dije muy enserió—

Sonreí.

Hablamos y hablamos, ambos estábamos muy ocupados y aunque el trabajo de uno no tenía nada que ver con el otro eso no significaba que no fueran agotadores, ella me decía todo sobre como funcionaba y se movía en su mundo y yo hacía lo mismo hablándole sobre cómo es el mundo del espectáculo y aunque me siento bendecido por el éxito y las premiaciones también me siento presionado por toda la atención que me dan ya debería estar acostumbrado a esto pero creo que en el fondo no termino de hacerlo.

—¿Volverán pronto? —pregunté con ansias.
—Puede que sí, o no—

Su respuesta no aclaraba mi pregunta, solo hacía que me confundiera.

—Algunas veces no logro entenderte—
—Y creo que yo tampoco puedo entenderme— me dijo. —No tengo idea de cuando volveré pueden ser meses para mi y años para ti—
—¿Porqué demasiado?
—No te olvides que yo puedo fijar una fecha para mi regreso, puedo viajar décadas en un solo día—
—Yo también quisiera viajar por el tiempo en un día, pero me parece imposible— dije frustrado.
—Ten paciencia que ya estoy planeando tu primera visita al futuro, tu solo espera solo un poco más—
—Cuando me dices que espere se me hace una eternidad, es una espera sin fin—

Ella suspiro.

Seguíamos al teléfono hasta que la escuche bostezar y el sueño me estaba invadiendo a mi también, terminamos la llamada y ella prometió volver a llamar en caso de que yo no lo hiciera.
Las cosas marchan demasiado bien los Grammy serán en unas semanas y tenemos varias nominaciones por “Thriller” y estoy emocionado, Quincy y yo estamos a la espera de las premiaciones todo puede suceder pero tengo fe en que será una buena noche.

On The LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora