Capítulo 39.

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Michael Jackson:

Sábado 28, 1987.

Los padres de Rebecca han estado aquí por tres semanas y hoy es el último día que estarán en 1987, ayer por la noche recibí una llamada de Beatrice para tomar el desayuno y por supuesto que acepté su invitación son las 10:00 a.m. y he llegado a la puerta de Rebecca encontrándome con su madre.

-¿En dónde están las chicas y Alejandro?- pregunté cuando entré en el apartamento.


-No deben de tardar han salido en busca de una panadería- respondió sin importancia y jalando de mi brazo.-Ven toma un poco de té conmigo.

Asentí y tomé la taza dejando caer una cucharada de azúcar en ella.

-¿ Y qué te ha parecido volver a
1987?- Le pregunté a la mujer de ojos azules.


-Muy bien me hace recordar cuando era joven y soltera- dijo bromeando y reímos mientras le daba un sorbo a mi taza.

Nos habíamos quedado en silencio por algunos segundos hasta que corte con eso.

-¿Porqué no estas de acuerdo con lo que Rebecca y yo tenemos?

Su sonrisa se había borrado en cuanto solté mi pregunta y Beatrice evadió mi mirada.

-No lo estaba, pero entendí que no puedo mandar en las decisiones de mis hijos- respondió mirándome.
-Rebecca y tu son adultos y supongo que saben bien lo que hacen-.


-Llevamos tres meses juntos y nada malo ha sucedido y mucho menos tenemos pensado en terminar- dije riendo. -Rompimos récord, el capricho de tu hija ha durado más de un mes-

Bromee y Beatrice se sonrojó tomando de su té.

-Me disculpo contigo también, es solo que imagina que todo por lo que has trabajado años de pronto pueda estar en riesgo. Dime ¿Cómo te sentirías respecto a eso?-


-No lo sé, frustrado, preocupado, enojado tal vez-


-¡Exacto! Y no, no tengo nada contra ti, te aprecio y sí he exagerado. No es como que vayas a casarte con ella-

Me miró de reojo y sonreí pícaro.

-No, no por ahora eso sería muy apresurado- respondí riendo bajo mientras que ella soltó una carcajada.


-Me gustan tus bromas, pero estoy segura que eso no sucederá nunca, créeme-


-No sé, tal vez ella sea la próxima señora Jackson- Seguí bromeando mientras que Beatrice parecía tener la sangre hirviendo y su rostro lo demostraba. -Relájate sólo estoy bromeando... pero puede ser una posibilidad-.


-Sí de una en un millón- dijo arqueando una ceja.

Me estaba divirtiendo con esta conversación hasta que escuchamos la puerta abrirse y pasos acercarse a nosotros, las hermanas y su padre habían llegado con una bolsa de panecillos.

Rebecca me miró sonriendo de oreja a oreja.

-Buen día cariñito- dijo para después dejar un pequeño beso en mis labios al cual correspondí.

Tomamos el desayuno mientras conversamos y me pasé el resto del día con Rebecca ya que hoy sería el último día que la tendría aquí, el mes había pasado y ella tendría que volver a 2024. Entramos en su habitación y la vi empacar su maleta, mientras yo me acercaba a su mesita de noche tomando nuestra primera fotografía y mirándola sonriendo recordando esa noche.

-Siempre me olvido de darte una copia, puedes llevártela si quieres- me dijo y negué.


-No, es mejor que se quede aquí no quiero perderla-

A veces tenía demasiadas cosas en la cabeza y no quería que en algún descuido esa fotografía quedara en el olvido y aquí estaría segura.

-No quiero volver, quiero quedarme contigo y perdernos por la playa- me dijo recostando su mentón en mi pecho mientras me miraba.


-Prometo que volveremos, pero ahora los dos tenemos trabajo por hacer- respondí acariciando su cabello.


-Tengo que aprovechar los meses que te quedan "libres" porque después iniciaras la gira y te irás viajando por el mundo-


-Tomaré algunos días libres para estar a tu lado-

Me sonrió y me estrujó aún más fuerte como si ya no volviera a hacerlo.

-Rebecca no olvides nada nos iremos en una hora- dijo Alejandro en el marco de la puerta. -Y Michael ven con nosotros a la bodega tengo algo para ti-

Asentí y Alejandro volvió a la habitación de enfrente.

-Llama a Carlos, la bodega está en las afueras de la ciudad y no voy a dejar que regreses solo-

A veces creo que ella se preocupaba demasiado pero aun así llame al chico quien me contestó de inmediato y le pedí alcanzarme en el auto rumbo a la bodega en una hora.

8:00 p.m.

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