Capítulo 27.

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Michael Jackson:

Mis ojos miraban por detrás de las gafas oscuras a una mujer de cabello claro, piel pálida y ojos azules su aspecto era elegante y transmitía dulzura y amabilidad, sus ojos y su sonrisa me lo decían.
Su nombre era Beatrice, me lo dijo cuando me dio la mano para después preguntarme si podía abrazarme a lo que no me negué.

-Él es Alejandro, mi esposo hace 26 años- me dijo tomando del brazo al hombre casi de mi estatura, con cabellos negros y piel trigueña, se miraba nervioso y lo noté por el temblor de sus piernas.

Estire mi palma a él esperando que devolviera mi saludo y su esposa le codeo en el brazo haciendo que el hombre reaccionara y estrechara mi mano, sacudiéndola una y otra vez mientras con balbuceos me decía lo mucho que admiraba mi música y a mi persona a lo que agradecí con risas nerviosas.

Y por último tenía frente a mi a una adolescente con el cabello teñido de rojo intenso, Lucía era su nombre y era muy parecida a Rebecca solo con la diferencia que la pelirroja tenía ojos grandes y labios delgados pero no había duda que eran hermanas.

-¡Dime que no es un sueño, hemos esperado meses para conocerte!- me dijo la adolescente agitando mis brazos.

Reí.

-Creo que no, y yo también creo que estoy soñando y a diferencia de ti yo espere años para estar aquí- respondí con una sonrisa.

-Bueno la espera ya termino y espero que puedas quedarte mucho tiempo aquí, hay tanto por mostrarte.


-Sí, deseo prolongar mi visita y estoy ansioso por conocer todo lo nuevo que hay aquí-

Seguí conversando con Lucía, hasta que Rebecca me entregó un sándwich con un vaso de jugo, mi estómago no estaba hambriento pero aun así lo comí.

Mientras comía seguí hablando con los padres de Rebecca, les hablé sobre mi vida, sobre lo que tenía pensado hacer al iniciar el próximo año y ellos me explicaban sobre su trabajo en la ciencia y era algo de lo que yo no tenía idea así que solo me limitaba a escucharlos mientras prometían que algún día me llevarían de visita a sus laboratorios.

Mire el reloj de la pared y apuntaba la 1:00a.m. el matrimonio se veía con los ojos cansados mientras que su hija menor se había quedado dormida en el sofá, Rebecca bostezando a su lado y Demián cabeceando de sueño.

-Nos veremos mañana, ten una buena noche- me dijo Beatrice tomando a su esposo y despertando a su hija.

Agradecí y Rebecca se levantó haciendo que Demián y yo la siguiéramos escaleras arriba.

-¿En dónde está André?- preguntó Demián.


-No lo sé, con Sofía supongo. Él había prometido estar aquí esta noche- respondió la castaña.

-André es tu hermano ¿cierto?- pregunté con demasiada curiosidad y ella asintió.


-No tengo idea de porqué no está aquí, pero mañana lo conocerás-

Llegamos a un pasillo largo con puertas a cada lado, y caminamos lo de dos habitaciones. La chica puso la llave en la cerradura y abrió la puerta diciéndole a Demián que esa sería su habitación, él asintió, entró y dijo "buenas noches" para después cerrar la puerta.


Volvimos a la habitación de al lado y Rebecca entró primero a lo que la seguí sin cerrar la puerta, era una habitación espaciosa con diseño moderno y con vista al enorme patio.

-Ojalá que estés cómodo, prepare esta habitación para ti- me dijo, mientras yo miraba y caminaba por todos lados sonriendo.


-Sí, es genial- respondí. -Gracias.


-Descansa, si necesitas algo mi habitación esta al frente solo toca la puerta-

Asentí y salió cerrando con delicadeza.

Entre en el cuarto de baño y lavé mi cara, mientras me miraba en el espejo quitándome la humedad con una toalla, le sonreí a mi reflejo diciendo "es una locura"

Al salir me asome por la ventana mirando la luna, solo ella parecía ser la misma, supongo que el firmamento fue lo único que no cambió en tres décadas.

PARTE II.
Rebecca:

Después de dejar a Michael en su habitación volví a bajar para buscar y encender mi móvil, al encontrarlo espere a que encendiera y el buzón estaba lleno de llamadas perdidas de Sofía y André lo cual me hizo saber que habrían malas noticias.

Devolví las llamadas a Sofía y ella contestó después de tres intentos, su voz se escuchaba decaída y supe que fue por la discusión que tuvo con André, ella intento darme aviso que mi hermano también vendría con reclamos a mi y aunque yo muy en el fondo me sentía nerviosa lo conocía demasiado bien y sabía como lidiar con eso.

On The LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora