Capítulo 50./Parte II.

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Marzo 05, 1988.
NYC.

No pegué un ojo en toda la maldita noche, seguía molesta y esto estaba comenzando a darme un poco de miedo me hacía preguntarme si me estaba comportando como una celosa posesiva. No, no quería hacerlo no deseaba convertirme en ese tipo de persona pero no podía dejar pasar lo que sentía.

Era temprano 8:00 a.m. tomé una ducha e hice que Lucía se levantara de la cama e hiciera lo mismo, tomé la bolsa que traje con mis pertenecias y me alisté para salir en busca de Michael. Lucía estaba demorando demasiado así que la apresuré entre más rápido terminara mejor, ya quería ir de vuelta a 2024.

9:00 a.m. habíamos llegado al hotel donde Michael se hospedaba, solo llegué de imprevisto ni siquiera llamé a Carlos para darle aviso y advertí a mi hermana que tampoco lo hiciera.
Tomamos el elevador para ir al pasillo de la habitación y solo pensaba en lo que podría pasar, había tomado una decisión por la noche y solo pedía fuerzas para decidirme.
Llegamos a la puerta de la habitación y después de algunos golpes en ella Michael apareció con una mirada sorprendida.

-¡Dios mío, estás aquí!- Dijo abrazándome y queriendo besarme.

Lo paré con mi mano tomando su mentón.

-No, nada de besos- le respondí sin ocultar mi enfado.

Me miró con extrañeza y desvío la mirada a Lucía como preguntando ¿Qué sucedía?

-¿En dónde está Carlos?- Cuestionó mi hermana.

-Su habitación está a dos puertas- Respondió Michael y Lucía salió en busca de su novio dejándome sola con Michael.

Me quedé de pie frente a él y reprimí las ganas que tenía de besarlo, era imposible no hacerlo.

-¿Porqué estás tan enfadada?- Preguntó y no creía que me lo estuviera preguntando.

-Tu deberías saberlo- Respondí con firmeza y cruzando los brazos.

-No lo sé, no tengo idea es por eso que te lo pregunto-

Arquee una ceja.

-¿Qué sucedió anoche?

-Estuve dando un concierto nada fuera de lo normal-

Él respondió como si nada hubiese pasado y eso me hizo enfadar aún más.

-¿El beso con Tatiana también es algo normal?-

La mirada de Michael había cambiado por completo.
Él negó una y otra vez con la cabeza.

-¡No por supuesto que no! Lo de anoche fue algo que no estaba planeado, fue ella quien me besó-

-¡Y tu no hiciste nada para evitarlo!- Le señalé.

-¡Todo pasó tan rápido ni siquiera lo vi venir! Juro que nada más ha pasado solo fue ese beso robado y fue por
ella-

Fruncí el ceño.

La discusión seguía el justificándose y yo reclamando, esto no iba a ningún lado y parecía que no terminaría.


Michael Jackson:

No entendía lo que estaba ocurriendo, Rebecca se había aparecido en mi puerta y solo fue para discutir por algo que yo no planeé y que mucho menos estaba de acuerdo.

La noche anterior Tatiana me besó de imprevisto nada de eso era parte del espectáculo ella solo lo hizo y sin darme cuenta ya la tenía demasiado cerca que ni siquiera pude darle un alto, es cierto que el público enloqueció pero ella no tuvo que haberme besado ahora porque ahora tengo un gran problema.
No tenía idea de como lidiar con una Rebecca celosa y enfadada.

-Puedo entender las muestras de cariño, la emoción y los arrebatos de las fans porque sé que es un sueño el solo tocarte pero no puedo tolerar besos con las chicas que trabajan contigo. ¡Se supone que nos debemos un respeto!- Dijo Rebecca mirándome.
-Mantener esto en secreto no significa estar solteros.

-Lo sé pero como hago para hacerte entender que nada más a pasado, es cierto que ella ha intentado acercarse a mi pero créeme que he mantenido una distancia-

Rebecca mostraba ojos cristalinos que aguantaban las ganas de llorar.

-¡No puedo llevar tu ritmo de vida, no creo poder seguir con esto yo no estoy acostumbrada a tu vida de super estrella!-

Sabía bien a donde llevaba esto y me negaba por completo a aceptarlo.

-¡No, borra la idea de terminar!- Dije apretando sus manos. -No puedes terminar con esto, porque yo no lo quiero y sé bien que tu tampoco- Ella me miró. -A demás que has jurado nunca alejarte, prometiste quedarte hasta el final.

La sola idea de perderla me aterraba, la amaba demasiado como para dejarla ir. Jamás permitiría que se alejara de mí lado.

Se abrazó a mí, parecía que ya nunca lo volvería a hacer.

-Cumpliré mi promesa de ir hasta el final así tu dejes de amarme.

-Jamás dejaría de hacerlo-.

Ella frunció los labios dándome una mirada cansada.

-Perdón, estaba demasiado enojada y de alguna manera debía sacar lo que sentía- Sollozó y acarice su cabello.
-Yo tampoco quiero dejarte ir porque te amo demasiado, tienes una parte especial en mí y no imagino el hecho de terminar.

Tomé su rostro y besé su frente para después mirarla a los ojos.

-Lo siento por causar esto, prometo que no más besos con alguien más. Todos mis besos y mi amor serán para ti solamente-.

Por un momento había sentido a mi corazón detenerse, incluso sentí que mi respiración abandonaba mi cuerpo.

Realmente sentí a Rebecca decidida, ella en serio estaba dispuesta a terminar conmigo.
¡Dios mío! Estuve a punto de perder a la chica que más amo y no eso no pasaría, no ahora.

Sé que nada es para siempre pero me gusta imaginar que con ella puede ser diferente, me gusta creer que podríamos llegar juntos al final, que tomados de las manos podemos ser invencibles.

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