Capítulo 06.

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Agosto 2022, CDMX.

Demián:

Estoy en mi oficina terminando de llenar el informe de nuestra última visita a los 70’s y si alguien me hubiera dicho que los viajes en el tiempo iban a existir me hubiera reído en su cara.
Cinco meses haciendo esto es emocionante y se siente bien saber que es por una buena causa aunque no es para nada fácil lidiar con el señor Joseph siempre termino convenciéndolo con amenazas y ese tipo de cosas, mientras que Rebecca al ser un poco más empática se enfoca en el Michael adolescente.

Esta noche decidí invitar a cenar a Rebecca hace dos años que la conocí y siempre me sentí atraído por ella pero no me atreví a expresar lo que sentía por dos razones. Una, tenía miedo que eso afectará mi trabajo y dos, ella estaba completamente rota, ha pasado demasiado tiempo y creo que ha superado lo que sucedió aunque siempre dice que no quiere relacionarse amorosamente con nadie por ahora tengo la esperanza de poderla hacer cambiar de opinión esta noche.

Íbamos juntos en mi auto camino al restaurante que siempre visitamos, mientras escuchábamos “Fly Away” de Lenny Kravitz y ambos cantábamos casi gritando.

—En situaciones como estas es que la vida se siente diferente— Me dijo la chica.

Asentí y bajamos del auto, subiendo a la terraza del restaurante.

La cena pasó entre risas y platicas mientras bebíamos un poco de alcohol y podía sentir como mi cuerpo se sentía más relajado y solo estaba a la espera de encontrar el momento adecuado para decir de una vez lo que siento. Le pedí dejar de lado esta noche el trabajo, a Michael y la futura empresa, ella me sonrió tomando un trago.

Lo único que yo podía hacer era mirarla, me gustaba ver como reía y como era su forma de expresarse tan espontánea. Ambos estábamos un poco ebrios, podía sentir como los chupitos de tequila pasaron por mi garganta quería decir tantas cosas pero nada salía de mi boca y lo único que hice fue tomar su rostro con mis manos y besarla.
Sus labios me correspondían de a poco y sentirlos me hizo sentir como si hubiera estado en el paraíso.                                       Me separé de ella y me miró con los ojos abiertos diciéndome un “¿Porqué?”

—Creo que estoy enamorado de ti— Respondí.

Ella rio bajó.

—Demián, ¿enamorado? ¿Tu el que tiene una chica diferente en su cama cada noche?—
—No estoy mintiendo. Lo que siento es real— le hable mientras encendía un cigarro. —Déjame demostrar cuanto te quiero.

Se quedó en silencio y suspiró.

—Ambos tenemos demasiado alcohol en la sangre y es mejor hablar sobre esto cuando estemos sobrios— Me dijo tomando mi mano. —Es tarde y debo volver a casa.

Asentí y salimos para subir al auto, en todo el trayecto ninguno dijo nada y el silencio se sentía muy incómodo. La deje en la puerta de su casa y antes de que ella bajara me despedí con un beso en la comisura de sus labios. Fue una buena noche aunque las cosas no salieron como yo quería me satisfacía haber juntado su boca con la mía.

Rebecca:

Al día siguiente...

Me pase la mañana con mi madre en el área donde se empezará la producción de los cosméticos y en la hora del almuerzo busqué a Sofía con alguien tenia que hablar sobre lo que sucedió anoche.

—No es un secreto que él siempre estuvo interesado en ti— me dijo. —Y creo que nunca quisiste darte cuenta.

Por supuesto que me daba cuenta de los sutiles coqueteos que Demián tenía conmigo pero nunca tome importancia ya que lo hace con todas las chicas que tiene alrededor.

—¿Cómo digo que no sin romper su corazón? —Le dije.
—Creo que eso es lo de menos, en el fondo no le importará y mañana tendrá más de un consuelo— Me dijo riendo, sonaba cruel pero ambas sabíamos que así será.

Revise el móvil y tenía un mensaje de André, levante la mirada y le sonreí a Sofía.

—Esta es tu oportunidad, André estará aquí por una semana—

Ella se emociono y pego un grito que hizo que todos voltearan a nosotras.

—¡Tomemos la tarde libre hoy y vallamos al salón de belleza, necesito impresionarlo!—

Asentí.

Noté que Demián venia a nosotras quise escapar pero seria muy evidente ya que toda la mañana me la pase evitándolo tomando como excusa el trabajo. Él se sentó junto a mí y Sofía intento irse pero apreté su pierna para evitar que me dejara sola, hasta que Demián le pidió amablemente que se fuera.

—No mentí anoche, te quiero…— Dijo con sus ojos negros sobre los míos. —Se mi chica, se mía porque yo ya te pertenezco.

Sí, todo sonaba muy lindo y él es demasiado atractivo casi encantador y compartimos muchas cosas en común pero hay algo que no termina de convencerme, la atracción física no es suficiente, se siente un vacío es cómo si entre él y yo no hubiera una mínima de conexión ese tipo de energía que sientes al estar frente a la persona por la que realmente mueres.

—Llevo dos años conociéndote y lamento decir que yo no puedo corresponder a tus sentimientos— Suspiré. —No, no puedo ser tu chica.

Su cara cambió de una sonrisa a una muy seria. Creo que no tenía porque sentir culpa pero no podía evitar sentirme como alguien sin sentimientos.

—No importa, yo voy a enamorarte y seguiré insistiendo— Dijo intentando mantenerse tranquilo. —Puede que llegues a quererme tanto como lo hago yo contigo.

Él se levantó y se fue dejándome sola y con la mente revuelta, tal vez debería mantener una distancia con él ¿pero como? Sería casi imposible ya que siempre necesito de su ayuda.

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