Capítulo 75.

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Michael Jackson:

Le prometí a Lisa que llamaría, no sé como pero de alguna manera lo haría o de lo contrario sería hombre muerto y todo se vendría abajo.

Tenía las maletas hechas y Carlos mi cómplice fiel me acompañaría como siempre, él me llevaría a casa de los Ferrer para ir de vuelta al futuro.

—¿Listo para ir de regreso?— preguntó Carlos.

—No demasiado, pero iré de cualquier manera— respondí sintiendo mi corazón acelerado.

No entendí que me pasaba, esta no era la primera vez que viajaba pero así la sentía supongo que fue por no viajar en la máquina durante mucho tiempo.

Era media noche el horario perfecto para viajar en el tiempo.

Al llegar a la casa de Alejandro y Beatrice, todos ya estaban preparados solo faltaba yo. Miré a todos y Lucía en especial se notaba muy nerviosa y la vi jalar a Carlos de la mano excusándose con subir el equipaje al auto.

Yo tenía mi propia máquina, así que yo viajaría en ella, todos estábamos listos para irnos y salimos a la parte trasera de la casa para subir al auto e ir a la bodega en donde están escondidas las máquinas.

Lucía había subido a mi auto ella iría con Carlos y conmigo, y ahora ambos estaban callados y demasiado serios.

—¿Discutieron?— Les pregunté.

—No, para nada— Respondieron al unísono.

Fruncí el ceño.

—¿Y entonces que pasa? ¿Porqué hay mucho silencio aquí?

—No es nada importante, puedes quedarte tranquilo— Me dijo Lucía.

No, no estaba convencido.
Algo muy extraño estaba pasando aquí y ninguno de ellos quería hablar de ello.

Al llegar a la bodega, se apresuraron a subir maletas y nos hicieron entrar de prisa en las máquinas. André también estaba actuando raro, estaba impaciente, parecía que ahora nada importaba más que volver al futuro.

Me plante en el asiento, abroché el cinturón de seguridad y cerré los ojos esperando la turbulencia y el enorme resplandor.
Había olvidado lo que era viajar en esta cosa y lo rápida que era, literalmente en un abrír y cerrar de ojos ya estábamos en Verona 2029.

Bajamos maletas y me llevaron a la antigua habitación en donde dormía cada que estaba aquí, y todo parecía igual, la misma decoración, mismos muebles y todo en su lugar tal como lo recordaba.

Sentía que me aburriría, sentía que no había nada que pudiera hacer aquí, no tenía idea de que hacer, solo había venido aquí con un propósito y al parecer mi propósito no estaba en casa (todavía).

Salí de la habitación y baje las escaleras, todos habían desaparecido solo Sofía y Ángelo estaban en el sofá, ella lo alimentaba mientras miraban caricaturas en el televisor.

—Yo también me pregunto en donde está. Supuse que ya había vuelto de su largo viaje— dijo Sofía.

—Creo que me apresuré un poco, debí esperar a que ella llamara— Le respondí.

Miré que bebé y le sonreí, él tomó uno de mis dedos y lo apretó fuerte.
Era muy bonito, y lo tomé en mis brazos cuando terminó con su comida. Por un momento me perdí con Ángelo, el deseo de ser padre me invadía completamente, en verdad quiero convertirme en padre pronto pero Lisa aún no está demasiado convencida y tampoco quiero esperar, no sé qué hacer.

—Se nota a kilómetros cuanto deseas tener uno propio— Dijo Beatrice entre risas refiriendose al tema de los hijos, mientras se sentaba a mi lado.

Solo sonreí con timidez.

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