Capítulo 88.

5 2 0
                                    

Rebecca:

Cd, México.
Septiembre, 2029.

Hacía tanto tiempo que no asistía a una boda, creo que la última fue la de mi hermano y eso fue hace muchos años. Las bodas siempre me emocionan y me ponen sentimental, me gusta ver como dos personas que se aman se juran amor eterno de por vida, me parece algo hermoso y hace que anhele casarme aún sin estar segura.

Me he duchado, y estoy nerviosa es como si fuera yo quien irá al altar. Demián ha terminado, y se ve tan atractivo en ese traje azul, y su cabello peinado hacía atrás lo hace ver más guapo.

-Te vez tan bien que podría besarte hasta morir- digo acercándome a él, su fragancia llega a mi nariz y eso es lo que termina por volverme loca.

Me siento demasiado acalorada.

-Entonces hazlo- dice besando mis mejillas para ir acercándose a mis labios, comienza suave y termina por moderme, Demián me mata de a poco.

-Ya basta, tengo que terminar mi maquillaje- le digo sin querer separarme de él.

Me da un último beso y se recuesta sobre mi cama, y yo regreso al espejo mirándolo de lejos.

Intento apresurarse y en una hora ya estoy lista, pude terminar con mi rostro y también con mi cabello. Delineo mis labios con un labial y Demián me mira por el reflejo, dejo a un lado lo que estoy haciendo y le devuelvo la sonrisa.

-¿Qué? ¿No te gusta mi maquillaje?- preguntó como si realmente me importara su respuesta.

-Me encanta- susurra. -Es solo que pienso que estoy soñando. Me cuesta trabajo creer que ya eres mía-

-Estás exagerando- digo sin importancia.

Me levanto de la silla buscando mis zapatos, y Demián se levanta poniéndose frente al espejo arreglando su corbata.

-¿Te gustan mis tacones nuevos?- digo fascinada de ellos moviendo mis tobillos.

-Me encantan- responde. -Pero me encantarían más si los tuviera justo ahora sobre mis hombros-

Me hace reír y sonrojar al mismo tiempo.

-Eres un pervertido- le regaño. -¿Podrías pensar en algo más que no sea sexo?-

-Contigo me es imposible-

Esconde su nariz en mi cuello y deja un beso suave.

Toca el collar que prometí nunca quitarme y me mira.

-¿Podrías cambiarlo?- pide y yo niego.

-No puedo, es un regalo especial y prometí jamás quitármelo- noto su inconformidad.

Solo espero que no sepa de quien proviene.

-Bueno ya no importa- habla. -Vamonos ya-

Asiento y Demián se adelanta, mientras que yo voy a la habitación de mi hermana para decirle que la veré por la noche o no.

-Diviértete mucho, y si te acuestas con él no olvides los condones- me dice. ¡Que imprudente!

-No olvides llamarme para saber que estas bien.

-No soy una niña- replica. -Pero lo haré solo para que estés tranquila-

Me despido de ella con un abrazo y bajo las escaleras mientras escucho como Demián ya en el auto no deja de hacer sonar el claxon, y me molesta tanto su impaciencia.

-Que desesperación la tuya- regaño.

-Solo quiero llegar a tiempo- dice encendiendo el auto.

Arranca hacía la dirección que indica la invitación y en 20 minutos estamos ahí.

On The LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora