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La mente y el cuerpo son uno sólo. El cuerpo reacciona a lo que a la mente le envía, el cuerpo es la máquina del cerebro.

Así que si su cerebro rechazaba algo, su cuerpo también.

—¿Por qué... No abres los ojos? —preguntó el alfa sobre él besando sus hombros, mientras acariciaba más allá de su ropa interior.

—No es tu problema... —susurró respirando con dificultad, sintiendo escalofríos por los toques ajenos.

Si abría los ojos, lo primero que iba a ver era el espejo sobre ellos, se iba a ver bajo un alfa, semidesnudo, como el prostituto que fue, que ya no era pero que estaba obligado a ser.

No le gusta que lo toquen. Pensó TaeHyun pasando la punta de su nariz por el centro de su pecho, llegando hasta su ombligo, dejó un par de besos húmedos, notando como la piel se erizaba.

No quiere hacerlo. Habló su lobo, TaeHyun besó su ombligo, mirándolo desde su lugar.

¿Por qué no me pide que me detenga? Se preguntó metiendo las manos por la ropa interior, sacándole un pequeño quejido.

—¿Te gusta? —preguntó dando un apretón a la piel entre sus manos.

—Si...

—Mentiroso —acusó, BeomGyu abrió los ojos, observándolo fijamente.

Tenía la respiración irregular, los ojos apañados, y una expresión que no demostraba el más mínimo placer.

—Sigue —animó enroscando sus piernas en las caderas ajenas, atrayendo su cuerpo al suyo, lo tomó de las mejillas, atrayendo su cara a la suya para besarlo.

El alfa se dejó hacer, devolviendo el beso profundo y con chasquidos de por medio.

Aún así, no llegaría a más de eso.

Se separó con un chasquido, besó el cuello del otro, subiendo hasta su oreja.

—Inhala... —ordenó, frunciendo el ceño al escuchar al otro respirar entrecortado.

TaeHyun se separó de él y tomó sus muñecas, acomodando los brazos del otro sobre su pecho, BeomGyu se observó a sí mismo con las manos cruzadas sobre su pecho, el alfa presionó un poco.

—Inhala... —repitió, el otro lo obedeció, mirándolo con confusión.

—Yo-...

—Shh —chistó el alfa volviendo a darle la orden de inhalar y exhalar. BeomGyu lo obedeció con extrañeza, sintiendo como poco a poco se iba liberando de la pequeña presión que tenía en el pecho.

TaeHyun se sintió mal, pero también, se sintió curioso.

Si no le gustaba el contacto físico, ¿Por qué tiene ese tipo de trabajo? ¿Qué lo había llevado a ese trabajo?

¿Qué haces? —preguntó BeomGyu mirando al alfa bajar de la cama, peinando su cabello.

—¿Por qué estás en el club? —preguntó de vuelta, BeomGyu frunció el ceño.

—T-tu-...

—No soportas que alguien te toque, y así sea tu voluntad no puedes, estabas a punto de un ataque de ansiedad, desde que llegamos te has mantenido alejado de mí... ¿Por qué tienes ese tipo de trabajo? —preguntó volteando a verlo, ofreciéndole con amabilidad la ropa que había dejado en el suelo, BeomGyu lo miró con desconfianza, y algo de impresión por sus palabras.

—Puedes seguir... —insistió, TaeHyun negó con la cabeza, dejando la ropa del otro en medio de ambos. Se quedó sentado en el borde de la cama, se volteó a verlo directamente a los ojos.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora