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BeomGyu no se cansaría de alabar los dedos de su novio.

Se movían como le gustaba, llegaban a dónde le gustaba, eran simplemente perfectos.

—¡Uhm, si, ahí! —gimió aferrándose a las sábanas, recibiendo besos en el pecho mientras su novio seguía moviendo tres dedos en su interior. El sonido húmedo, chapoteaba de la cantidad de lubricante que tenía, ya estaba dilatado pero el alfa quería llevarlo al orgasmo con sus dedos.

TaeHyun lo observó, besando su mejilla sonrojada de nuevo, el aroma a fresas mezclado con la canela los rodeaba como una espesa bruma, el calor del momento.

Pasó su lengua por el cuello del omega, estaba sudado, pero no le importaba.

—¡A-ahí, rápido! —exigió con un lloriqueo, los dedos del alfa empezaron a entrar y salir con más rapidez, chapoteando el lubricante hasta que llenó las sábanas, el omega se retorció, cada vez gimiendo más, aferrado a las sábanas, tuvo un tercer orgasmo que mojó las medias de red, así como su vientre y estómago.

Jadeó, teniendo la respiración agitada, abrió los ojos mirándose a si mismo, mordió su labio inferior cuando el alfa sacó sus dedos de su interior.

TaeHyun aún estaba vestido, debía desnudarse, y lo hizo frente al omega que no se quedó tranquilo, se quedó de piernas abiertas, llevando su mano izquierda a su miembro, empezando a estimularse sin quitarle la mirada al alfa que sonrió tomando el primer condón en una cesta que estaba sobre un pequeño buró a un lado, también había lubricante pero no lo necesitaba.

BeomGyu relamió sus labios mirando al alfa colocarse el condón.

—Ponte en cuatro —ordenó con voz demandante, arqueando una ceja cuando el omega no obedeció de inmediato, lo tomó de los tobillos y lo jaló hacia él— En cuatro, cariño —pidió, el omega asintió con una expresión completa de gusto y placer.

Volver a disfrutar del sexo era uno de sus tantos avances desde que salió del club, y lo agradecía todos los días, agradecía que no le había costado tanto retomar el sexo.

Porque se estaría perdiendo ese gran...

—¡A-avisame! —gimió sintiendo al alfa entrar en él de una sola embestida, llegando de inmediato a su próstata, gimió más alto, apretando las sábanas, sintió un jalón en su cabello, se sintió más excitado.

—Alza el culo —pidió haciéndolo apoyar la cara a la cama, BeomGyu gimió una y otra vez, sintiendo las fuertes embestidas, el cómo los muslos del alfa chocaban con él, el sonido casi parecido a los aplausos, era húmedo. Era sucio.

Lo estaba disfrutando.

TaeHyun relamió sus labios, pasando su mano libre por las medias de red, jadeó cuando sintió al omega apretarlo.

La sensibilidad de BeomGyu en ese momento no era un juego, estaba demasiado sensible y eso se notaba a leguas.

Siquiera estaba avisando cuando tenía sus orgasmos, simplemente gemía una y otra vez, en diferentes tonos, el nombre de su novio o lo bien que se sentía. Y TaeHyun adivinaba que había tenido un orgasmo por las expresiones que hacía.

—Tienes que ver ésta cara —admitió, jadeando dando sus últimas embestidas con rudeza, el otro rodó los ojos hacia arriba sintiendo un escalofrío, abrió la boca pero nada salió, sintió calor, un pequeño letargo por el placer. Soltó un quejido sintiendo un azote en su trasero junto a un jalón de cabello— Ven, vamos a hacerlo frente al espejo —ordenó TaeHyun tomando asiento en la cama, tomó de la cintura a su novio para guiarlo.

—¿Q-qué... ¿Qué espejo? —preguntó con un gran suspiro, TaeHyun lo acomodó sobre él, a horcajadas, BeomGyu se miró en el espejo que estaba al lado de la cama, no lo había notado al entrar, y estaba demasiado concentrado en otras cosas como para detallar la habitación.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora