Twisted Strawberry || TaeGyu

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La música estaba a todo volumen, el alcohol de siempre estaba en manos de los clientes que bailaban y disfrutaban del ambiente, algunos perdidos en la borrachera, otros simplemente sentados en las mesas y en los sillones.

El ambiente del club siempre estaba así, vivo, una euforia inmensa que a la mayoría le gustaba experimentar de vez en cuando.

Venir de la calle y entrar al club era un total cambio de ambiente, aún así, eran animado para todo aquel que le gustaran las fiestas.

Todas las noches era lo mismo, música a todo volumen, personas alcoholizadas o drogadas, otros lúcidos buscando más allá de un servicio de alcohol, parejas besándose y disfrutando del ambiente.

TaeHyun entró una vez más al club, una noche más en la que iba a ver a BeomGyu, en la mañana habían estado en un hotel y tal como prometió, estaba ahí en la noche.

Primero se acercó a la barra, buscándolo con la mirada, pero sólo vió a otros empleados.

—¿Qué le gustaría beber? —preguntó un hombre limpiando un vaso, lo dejó de lado, esperando el pedido del alfa.

—Por ahora nada, quisiera... Un servicio de baile privado —pidió, el hombre asintió acercándose un poco para escuchar por lo fuerte que estaba la música.

—¿Cualquier bailarín o desea uno en especial? —preguntó de nuevo esperando la respuesta, en ese momento, TaeHyun sintió la pregunta algo incómoda.

Lo ofrecían como si fueran platos de comida.

Aunque bueno... Así era ese mundo.

—El muchacho de ojos azules... —solicitó, frunciendo el ceño cuando el hombre negó un poco con la cabeza.

—Deberá esperar un rato, él está a punto de dar un espectáculo —comentó, TaeHyun solamente asintió, quedándose sentado mientras suspiraba.

Un espectáculo...

Alzó la mirada cuando las luces cambiaron a un tono morado muy oscuro, de inmediato el volumen de la música bajó, hubo un cambio de canción a una más lenta y sensual.

De inmediato hubo aplausos y gritos, se levantó de la barra, acercándose a  un escenario de forma rectangular, alrededor había sillas, sólo los primeros en llegar obtuvieron esw lugar, los demás, se quedaron de pié.

TaeHyun fue uno de los que se quedó de pié, tras un hombre sentado en la silla, tan lejos no estaba de todas maneras.

Los gritos y aplausos aumentaron cuando unos ojos azules que brillaban aún en el oscuridad, avanzaron al escenario.

BeomGyu salió caminando con seguridad, le sonrió a todos los que estaban alrededor de la mesa, y más allá de ella, mirando a todo el público rápidamente.

Realmente, los únicos bailes que había visto eran los privados, también el que dió en la despedida de soltero de su hermano.

Pero, un espectáculo de un día normal, no lo había presenciado.

Detalló el vestuario del omega, shorts alicrados de color blanco, ligeros en los muslos del mismo color, y una chaqueta transparente igualmente blanca por la que se veía todo gracias a las luces.

Era un vestuario simple, pero preciso para el momento y el trabajo.

Lo observó empezar a bailar con sensualidad, siguiendo los acordes de la música, y sonriendo con coquetería.

Arrojó su cabeza hacía atrás con lentitud mientras cerraba los ojos, pasando una mano por su cuello hasta su pecho, de inmediato escuchó gritos con palabras que pasaban de lo morboso.