Twisted Strawberry || TaeGyu

167

Oficina de inteligencia nacional.

10:00 pm.

3 meses de embarazo.

—Estoy cansado, me duelen los pies y la espalda... Esta silla es muy incómoda... —se quejó el omega recostando su cabeza en el escritorio del alfa, ChangBin siguió escribiendo en su computadora, soltando una pequeña risa.

—¿Quieres que te lleve a casa?

—No.

—¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?

—Quiero... Sushi —murmuró tomando su teléfono para abrir la habitación de pedidos, miró lo que había disponible a esa hora.

Con tres meses de gestación, no esperaba verse tan cansado y tan incómodo en el trabajo, creía que iba a poder estar más tiempo trabajando, pero las últimas semanas simplemente pasaba el horario rondando por la oficina, quedándose sentado a su lado, a veces dormía, otra veces comía.

—Ten mi tarjeta —ofreció el alfa sacando su tarjeta para que pagara de ahí. El omega la aceptó con una sonrisa, empezando a pedir con confianza.

—¿Tú quieres algo? —preguntó recibiendo una negación del alfa que empezó a escribir en la computadora, concentrado.

El omega encargó su comida, empezó a girar distraidamente en la silla, observó a su pareja unos segundos.

Tenía el uniforme de siempre, el mismo de todo los días, no era algo nuevo, el pantalón de vestir, la camisas a botones blanca y la corbata negra. Tenía un reloj clásico en la muñeca, así como los puños de la camisa hasta el codo, ladeó la cabeza mirando los brazos de su novio, el cabello bien peinado, y un perfil que no se cansaba de ver.

—Eres demasiado hot... —murmuró, ChangBin volteó a verlo.

—¿Qué dijiste?

—Que pedí pepino con arroz.

—Eso no rima —señaló el alfa con una risa, el omega chasqueó la lengua.

—¿Para qué me preguntas si escuchaste? Tarado tenías que ser, alfa tarado, tonto, estúpido y-...

—Mi vida hermosa —lo cortó con una risa enviando unos documentos a la impresora, esperó con paciencia a qué salieran, Kai lo observó de reojo— Solo me extraña que estés así este último mes...

—¿Así cómo?

—Como... En celo todo el tiempo —murmuró con una pequeña risa cuando el omega le dió un golpe en el brazo, ofendido.

—¡Yo no estoy en celo! Eres un-...

—No hay día que no lo hagamos después de todo... ¡Y que quede constancia! —levantó un dedo callando al omega que rodó los ojos, avergonzado— Que yo no soy el que empieza las cosas.

—¿No tienes trabajo? Cállate y trabaja, voy a buscar mi sushi —murmuró avergonzado levantándose y saliendo de la oficina a paso apresurado.

El alfa rió, tomándose un descanso mientras se estiraba en la silla.

Desde el último mes no había día que no tuvieran algún encuentro sexual, de cualquier manera, en cualquier lugar de la casa, y ChangBin por supuesto que no tenía ninguna objeción.

Por mucha vergüenza que le diera al omega, habían consultado si era normal y habían recibido una afirmación.

Era normal en un omega querer cercanía del alfa por cierto tiempo, algunos incluso podían estar así todos los meses de gestación. Dependía mucho del omega.