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Una persona tan adinerada, con negocios sucios y muchísimo poder lo más común era que viviera en una mansión, lo más normal sería eso.

Aún así, Choi SooBin solamente vivía en un penthouse un edificio común, en una zona privilegiada. Sin lujos excesivos.

Había pasado un mes en total desde que BeomGyu se fue del club, no había afectado tanto su ausencia, y hasta en cierto punto, se estaba ahorrando problemas.

—No te voy a pagar por esto —negó el alfa arqueando una ceja, mirando a uno de sus empleados colocarse la ropa de nuevo, con lentidud y la cabeza gacha, era nuevo en el club, era inocente, con muchos estereotipos de ese mundo que no eran verdad, pero que poco a poco iría descubriendo.

Y tal vez, lamentando su decisión.

—Si, señor Choi... —afirmó colocándose los zapatos, SooBin se colocó un pantalón de chandal, caminando con las manos en los bolsillos.

Escuchó la puerta, el aviso de que alguien había entrado, frunció el ceño caminando fuera de la habitación con rapidez.

El único que sabía la clave para entrar era...

—Escucha, maldito, fui al club y me dijeron que te fuiste con una de esas perras baratas de ahí... —entró hablando en voz alta, molesto, cerrando la puerta a sus espaldas, se detuvo mirando a SooBin, sólo con un pantalón de chandal, tomó una honda  respiración.

Huele a sexo.

¿No estabas ocupado hoy? ¿Qué haces aquí? —preguntó con el ceño fruncido, YeonJun miró a un desconocido salir de la habitación de su primo, frunció aún más el ceño.

Apretó los puños con fuerza mirando al omega pasar a su lado en silencio, con la cabeza gacha.

Estiró su mano izquierda con rapidez y lo tomó del cabello, sacándole un quejido de dolor.

—¿Cómo te llamas? —preguntó YeonJun haciendo qué lo viera con fuerza, apretando su cabello.

—Y-yo no... ¡N-no es mi intención! ¡El s-solo...

—¿¡Cómo te llamas!? —preguntó agitando al menor, SooBin se acercó al omega para intentar separarlo, pero YeonJun le dió una mirada que hablaba muchísimo.

—Min... M-me dicen Min...

—Bueno, Min, escúchame bien lo que te voy a decir... —amenazó usando su mano libre para sacar el arma de sus pantalones.

—YeonJun, para —pidió SooBin sin tocar al omega.

—La próxima vez que este maldito te pida sexo tú le vas a decir que no, así te ofrezca todos los millones del mundo... —amenazó entre dientes apuntando a la cara del omega que lloró de miedo, apretando los ojos— Porque la próxima vez que te vea aquí te voy a atravesar el cráneo con una bala, anda a acostarte con viejos en una esquina, vete a cualquier basurero a coger, pero aquí no te quiero ver más y mucho menos con él, ¿Entendiste? —preguntó recibiendo un asentimiento, soltó al omega con fuerza, haciéndolo tambalear.

Min se levantó con rapidez, con restos de llanto y el inicio del dolor de cabeza, YeonJun volteó a ver a SooBin mientras escuchaba al otro omega colocarse los zapatos a sus espaldas, y  abrir la puerta e irse con rapidez.

Miró a SooBin con el ceño fruncido, enojado.

—Eres un maldito perro... —murmuró entre dientes, enojado, SooBin suspiró.

—No tenías que saber de esto...

—¿¡Ah sí!? ¡Claro, esconderlo es lo mejor! ¡Escúchame bien, maldito perro! ¡Tu no tienes porqué acostarte con otro! —le gritó señalando al alfa que caminó a la cocina para servirse un vaso de agua.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora