Twisted Strawberry || TaeGyu

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Domingo en la mañana.

Penthouse Kang.

Luego de su celo, de sus malestares, inflamación y su inmensa necesidad de estar siempre con su novio, al fin estaban en paz, estaba mejor, se sentía mejor.

Bostezó sintiendo que el alfa estaba a su lado, abrazando una almohada, dormido y con el cabello enredado.

Restregó sus ojos con un suspiro, mirando que a los pies de la cama estaba Príncipe, dormido hecho bolita.

Negó con la cabeza y una sonrisa, si no cerraban la puerta el no tan pequeño Príncipe iba y se subía a la cama, para dormir a los pies de ambos.

Se volteó mirando a su novio, lo detalló con muchísima paciencia, sonriendo al escuchar un leve ronquido.

—Tyun... Hay que despertar —avisó empezando a peinar con su mano el cabello del alfa que se quejó, removiendo su cuerpo.

—No...

—Si, hay que desayunar, ducharnos... Hoy es tu entrenamiento especial y la competencia —avisó inclinándose, dejó sus labios sobre los del alfa, dando pequeños besitos que apenas y sonaban, el alfa sonrió abriendo los ojos.

—Buenos días, Ojitos...

—Buenos días, Tyun... —saludó mirando el cuello del alfa, su cicatriz siquiera se veía de la cantidad de chupetones que tenía en el cuello, mordidas en el hombro, en el pecho, una mordida en el pezón que TaeHyun no pudo evitar, y había más si quitaba la sábana.

—¿Quieres desayunar fuera? —preguntó alzando una mano para acariciar la mejilla del omega que asintió.

—¿Y podemos llevar a Príncipe?

—Claro, bonito —afirmó, recibiendo un beso en el mentón, el omega se levantó para ir a hacer su limpieza diaria.

TaeHyun miró a Príncipe, despierto pero acostado.

—Hey, bestia... Príncipe~ —canturreó chasqueando los dedos, de inmediato tuvo a Príncipe encima, oliendo y jugueteando— Mira, te tenemos prohibido subir a la cama... Aunque te limpiaron las patitas —opinó mirando a Príncipe acostarse en su pecho, lo abrazó con una sonrisa.

Se quedó con el cachorro, cerrando los ojos, sintiendo que volvería a caer dormido.

—¡Tyun y Príncipe! —llamó BeomGyu saliendo de la habitación, el alfa y el cachorro alzaron la cabeza— ¡A despertar! —ordenó con una risa cuando el alfa bufó.

Había que empezar el día, sin opciones de cinco minutos más.

Apenas eran las diez de la mañana, debían estar en la agencia a las cinco, así que había tiempo de sobra para pasear a Príncipe, salir a desayunar, cambiarse de ropa e irse.

—¿Deberíamos invitar a... Kai y ChangBin? —preguntó BeomGyu, ahora como eran dos parejas, y de paso, amigos, tendían a hacer más planes juntos, como ir a comer, ver películas.

Digamos, citas dobles.

—Si, llama a Kai —afirmó colocando el arnés de Príncipe, BeomGyu tomó su teléfono para marcar a su amigo.

Uno, dos y tres pitidos... No contestaba.

Uno, dos, tres, cuatro pitidos... No contestaba.

Uno, dos...

—¿H-hola?

—Uy... ¿Te desperté? —preguntó el omega con algo de timidez, del otro lado, Kai negó con la cabeza.