Twisted Strawberry || TaeGyu

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El entorno laboral de BeomGyu no era el mejor, claro está.

Aún así, él estaba acostumbrado a ello, así como sentía que no había otro lugar en donde fuera tan funcional.

Al día siguiente a su sesión con Kang, suspiró cerrando la llave de la ducha, su cabello goteó un par de veces mientras secaba su cuerpo con la toalla, su ducha de la mañana siendo la más relajante para él.

Por mucho que lo negara, él era un prostituto, tal vez ya estaba retirado de todo el campo laboral, y actualmente solo tuviera contacto con uno solo, TaeHyun.

Pero haber tenido esa sesión esa noche, y haberla disfrutado, aparte de hacerlo sentir algo culpable, lo hizo sentir asqueado de sí mismo.

Era verdad que cuando entras a ese mundo, no puedes salir.

Una zorra que se excita con cualquier hombre. Así mismo había llegado a autoetiquetarse luego de esa sesión, por mucho que negara el contacto con otros, por mucho que negara dar servicios sexuales, al final terminó dando uno, y disfrutándolo.

Que asco. Pensó observándose en el espejo, revisando su cuello para ver si habían marcas o algo, pero no había nada.

Suspiró colocándose la pijama, se arrojó a su cama, tomando su peluche con cuidado y dejándolo acostado en su pecho, se mantuvo mirando el techo.

Por lo menos lo estoy disfrutando. Pensó, mirándole el lado positivo a las cosas.

Para él, siempre habían existido dos puntos, o disfrutaba, o no lo hacía.

Y estaba disfrutando de las sesiones con Kang, prefería que fuera así.

Así que debía quitarse la culpa y el asco de la cabeza, porque solo era un trabajo que luego de mucho tiempo, estaba disfrutando.

Los millonarios no usan cosas de segunda mano. La voz de SooBin resonó en su cabeza, chasqueó la lengua haciéndose bolita en su cama, abrazado a su peluche, no tenía nada que hacer, era su día libre del restaurante, así que estaba libre hasta la noche.

Las usan hasta que se aburren. Pensó soltando un bostezo.

¿Qué le importaba a él si TaeHyun sólo iba y venía? ¿Qué le importaba si un día no volvía más porqué se aburrió?

No era el primer ni único hombre en hacerlo.

A pesar de que fuera diferente, y que le dijera cosas que enserio le llegaban al corazón y cosas que de verdad necesitaba oír, no lo hacía especial.

No debía subir a Kang en un pedestal, a ningún hombre de hecho.

Abrió los ojos al escuchar el tono de su teléfono, una llamada.

Estiró su mano y alzó el aparato para leer el remitente.

Baboso Kang.

—¿Si? —contestó la llamada, acariciando una de las orejas de su peluche.

—Hola, ojitos lindos —saludó el alfa con un tono alegre— ¿Estás libre hoy?

—Lo estoy —afirmó mirando su peluche, acariciando sus orejas en distracción.

—Quiero invitarte a un lugar de helados, ¿Te gustaría ir?

—¿Y qué tengo que hacer con el helado? —preguntó con doble sentido, TaeHyun soltó una risa.

—No tengo doble intención, solo salgamos... Como amigos...

—¿Amigos?

—Amigos —afirmó TaeHyun con una pequeña sonrisa, conduciendo con paciencia. BeomGyu suspiró.