59

355 68 18
                                    

Por mucho tiempo, estuvo acostumbrado a una casa silenciosa, aveces el sonido de los vídeos en su teléfono, pero mayormente, había silencio.

Ahora escuchaba un pequeño lloriqueo en la sala.

—¿Tienes frío, mi bonito? —preguntó el omega agachándose frente a la camita del perrito que estaba soltando pequeños lloriqueos, moviéndose por toda la cama, incómodo— Te voy a buscar una manta —prometió levantándose de nuevo para ir a su habitación, rió cuando el cachorro lo siguió con rapidez, viéndose tierno por lo pequeño que era.

BeomGyu revisó su armario, buscando mantas viejas, que ya no utilizaba.

Tomó la más esponjosa, el cachorro se apoyó de él con sus patitas delanteras, oliendo lo que hacía.

El omega lo tomó en brazos, el cachorro agitando su cola y dejándose hacer.

—¡Pero que lindo! Mira, eres un lindo  bebé —señaló cuando terminó de envolver al cachorro en la manta, se sentó en su cama mientras el perrito se acomodaba, sacando las patas de la manta. El omega rió estirando una mano a su teléfono— Hay que tomarte muchas fotos —afirmó dejando al cachorro en su regazo, el pequeño se estiró con un bostezo, acomodándose a su gusto.

BeomGyu sonrió, tomando la primera foto de su cachorrito.

—Duermes mucho, chiquito —rió subiendo sus piernas a la cama, el cachorro volvió a bostezar soltar sonidos pequeño— Pero es comprensible, eres un bebito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Duermes mucho, chiquito —rió subiendo sus piernas a la cama, el cachorro volvió a bostezar soltar sonidos pequeño— Pero es comprensible, eres un bebito... —murmuró pasando índice por la cabeza del perrito que cerró los ojos, BeomGyu sonrió mirando con atención al cachorro, era lindo, era una ternura que quería abrazar.

Nunca se le ocurrió adoptar un cachorro, no se le había pasado por la cabeza y agradecía mucho que a TaeHyun sí.

No estaba sólo ahora, tenía una tierna compañía que le daba besos en formato de lamidas, jugaba con él, le ladraba y no quería despegarse de él.

—Mañana tengo que trabajar... Te vas a quedar solito un buen rato —habló, el pequeño se estiró— No quisiera dejarte sólo... —negó, se recostó por completo en la cama, dejando al cachorro a su lado, sobre la manta aún, lo acarició, peinando su pelaje con cuidado.

El cachorro dormía mucho, así como por horas muy extensas, esperaba que no lo pasara tan mal con su ausencia.

En eso fue lo único que pudo pensar en el tiempo que estuvo trabajando al día siguiente, ansiando llegar a casa.

Sabiendo que alguien lo esperaba.

Esbozó una gran sonrisa cuando sacó las llaves de su apartamento, de inmediato escuchó unos ladridos agudos y emocionados, constantes.

Abrió la puerta mirando hacia abajo.

—¡Hola, mi bebé! —saludó mirando al perrito ladrar aún más, jadeando con la lengua afuera, moviéndose a todos lados emocionado, BeomGyu se agachó, dejando la puerta abierta— ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste? —le preguntó al perrito que se alzó en sus dos patas, tambaleó un poco, cayendo hacia atrás, BeomGyu soltó una carcajada cuando el perrito se levantó de nuevo con desespero, apoyando sus patitas en sus muslos— Ay, pero que hermoso eres, mi cachorrito —halagó tomándolo en brazos, lo acercó a su cara, recibiendo lamidas en su mejilla, rió mirando la colita del cachorro moverse con emoción.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora