Twisted Strawberry || TaeGyu

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Estaba a dos días, dos días de empezar en su trabajo, ya le había llegado un correo electrónico avisando su vuelta a la sede específica, así como el nuevo horario que estarían manejando.

Le quedaban dos días de descanso, pero estaba preocupado.

Cecilia rodó los ojos, bebiendo de la copa de vino frente al alfa, estaban en su apartamento. 

—¿Me llamaste para oír tus lamentos? —preguntó mirando al alfa servir más vino en su copa, siempre lo había hecho.

—No son lamentos, es una preocupación real —contestó, la mujer pensó un momento antes de hablar.

—A ver, me dices que son amigos, pero tienen sexo, pero ahora vas a empezar a trabajar y no quieres que se quede sólo... Es raro —señaló, TaeHyun chasqueó la lengua.

—Es amistad...

—Tu y yo somos amigos, ¿Cuándo has pensado en regalarme algo? ¡Ja, ve con ese cuento a otro lado! —exclamó con una risa, TaeHyun bebió de su vino, con una mueca.

—Concéntrate, por favor, sólo no quiero que pase mucho tiempo sólo, ¿Si? Voy con él casi todos los días... Pero ahora que... Voy a trabajar en otras cosas, no tendré el tiempo —negó con la cabeza, Cecilia asintió.

—Es el de ojos azules, ¿Cierto? —preguntó con una expresión burlona, TaeHyun asintió, cruzando los brazos.

—¿Cómo sabes?

—Te vuelven loquito los ojos claros —señaló, soltando una carcajada cuando el alfa bufó, tomando de su copa de vino.

TaeHyun enserio había empezado a darle vueltas a ese asunto, cuando empezara a trabajar, BeomGyu pasaría aún más tiempo sólo y dudaba poder visitarlo todos los días, no quería que el omega pasara tanto tiempo sólo.

¿Y si se sentía mal? ¿Y si quería llorar? ¿Y si se aburría?

BeomGyu le había dicho que se había acostumbrado a la soledad, pero no estaba seguro de que eso fuera bueno.

Y si podía evitarlo, le parecía mejor.

—Tu mamá...

—Tu suegrita —bromeó la mujer, rodando los ojos cuando alfa le dió una mirada severa— No aguantas una bromita ahora...

—Tu mamá es dueña de un refugio de animales, ¿No?

—Si, perros y gatos —afirmó, moviendo su copa de vino de forma circular, alzó las cejas— ¿Piensas adoptar un cachorro para dárselo?

—¿Lo compro? —preguntó con duda— ¿Es mejor comprar o adoptar? —preguntó de nuevo, la mujer estaba atónita, sin poder creer lo que estaba escuchando.

Kang TaeHyun, el amante que te cogía de todas las maneras posibles hasta que las piernas te temblaran y te mandaba a casa en un taxi, estaba pensando en regalarle un cachorro a su supuesto amigo y amante.

—Es... Mejor adoptar —afirmó, todavía no había salido de su estado atónito.

—¿Y son de calidad adoptados?

—No son autos, TaeHyun —reprendió con una mueca— Pero si te refieres a las razas... Son diferentes, debes ir a ver y escoger al que desees...

—¿Podemos ir hoy? —preguntó recibiendo un asentimiento de la mujer.

—Pero, un momento, ¿Y si no le gusta? ¿Qué vas a hacer?

—Lo devuelvo —contestó alzando los hombros, la mujer rodó los ojos.

—No se puede, hay una regla que...

—Cecilia, mi dulce y hermosa Cecilia, la más bella de todas las mujeres... Por eso hablo contigo, tu mamá y tú entenderán mi situación, ¿Verdad? —preguntó abriendo la puerta por la mujer que suspiró, saliendo y aceptando las palabras del alfa, dándole la opción de devolver al cachorro por cualquier razón.