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1 semana después.


























TaeHyun pasó una semana entera con la información de Oh atorada en la garganta gracias a qué su compañero se había enfermado por tantas margaritas, además de comida chatarra a la que no estaba acostumbrado, trabajó sólo en la agencia esa semana, y decidió no molestarlo.

Su trato con Oh seguía igual de hipócrita, le tenía muchísimo más odio al alfa pero no podía actuar diferente de un día para otro o el sospechoso sería él y no le convenía.

—¡Príncipe, no! ¡Que no! ¡No me repliques! —señaló TaeHyun al pequeño cachorro frente a él, que le gruñía y le ladraba— Respeta, pulga de dos centímetros —lo regañó, pero el cachorro sólo le ladró, gruñendo de nuevo.

—¿Qué está haciendo? —preguntó BeomGyu apareciendo en la cocina, TaeHyun señaló al cachorro.

—Existir —contestó el alfa, el cachorro no había hecho nada malo como pensó BeomGyu, simplemente que no dejaba de ladrar o gruñir cuando TaeHyun le hablaba directamente.

—¿Pero que te está haciendo ese vil ser, mi amor?

—Me está ladrando.

—No era contigo —contestó el omega con una risa, TaeHyun hizo una mueca mirando al omega empezar a jugar con el cachorro que agitaba su colita animado.

Esa semana BeomGyu la pasaría en su penthouse, como habían acordado, Príncipe se había adaptado rápido y tenía más espacio para correr y jugar.

El alfa había comprado otra cama, así como otros platos para el cachorro para no tener que mover las cosas cada semana.

Así que Príncipe tenía doble cama, doble platos de comida, doble manta de dormir.

El tema sobre Oh no se había hablado más, BeomGyu le había contado la amenaza que le hizo y ya, no había más que preguntar, mucho menos con Kai enfermo y sin poder poner en marcha las cosas.

—Pero que cachorro tan flojo —rió BeomGyu mirando al pequeño acostarse en su camita nueva, parecida a la que tenía en casa de BeomGyu, pero de otro color, el omega lo cubrió con una manta cuando se hizo bolita.

Se levantó, estirándose, estaba en sus dos días libres a la semana.

—¿No te avergüenza que una señora te lave la ropa interior? —preguntó de repente, mirando a TaeHyun que sólo alzó los hombros.

—Pues... No —negó con una risa luego, BeomGyu rodó los ojos, sintiendo al alfa jalarlo de la cintura, besando su mejilla y guiando sus pasos a la habitación— Es sólo tela...

—Sucia... De cosas corporales...

—No me hago pipí encima —negó cerrando la puerta con un pié, besó el cuello del omega que sólo pasó sus manos por los brazos del alfa.

—Si, pero... Cuando se ensucia de... Semen... O las sábanas...

—No las lava a mano, ojitos —rió dejando al omega sentado en la cama, BeomGyu sólo se dejó hacer, frunciendo el ceño cuando sintió los dientes del alfa.

—No, no dejes marcas en el cuello —negó separándose, dejando las manos apoyadas en la cama— Luego tengo que ir con algo que las cubra y es incómodo... —explicó, el alfa ladeó la cabeza, aceptando el no sin problemas.

—Es que tienes un cuello tan lindo... —halagó besando su mentón, el otro rió.

—Marca en dónde no se vea... —murmuró sintiendo al alfa separarse, lo observó con una sonrisa coqueta, el alfa suspiró, bajando la mirada a los muslos del omega, sólo tenía un short y una playera ancha.

Twisted Strawberry || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora