Capítulo 35.

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Capítulo 35. I wanna kiss you, but now I can't.

Carlos empujó a Daniel fuera de la cama, y le asestó un fuerte golpe en el estómago. Me quede paralizada, y fui incapaz de reaccionar, aunque me levanté rápido para intentar separarlos. Daniel yacía en el suelo, sin decir nada. Carlos volvió a pegarle, esta vez en la cara. Una y otra vez.

-Carlos, para, por favor.

Me acerqué a él, lentamente, e intenté detenerle. Pero no había manera. Carlos estaba machacándole. Era cuestión de tiempo que Daniel desfayeciera. Porque no se movía, no intentaba retener los puñetazos. ¿Por qué Carlos estaba tan furioso? ¿Por qué Daniel no hacía nada para contrarrestarlo?

-Joder, Carlos. ¿No ves que vas a matarlo?

Me puse delante de él, protegiendo a Daniel. Me miraba enfurecido. Yo no sabía que hacer en esos momentos... Nunca había tenido que intervenir en una pelea. Desde que había llegado al internado, mi vida no había hecho más que empeorar, y yo, meterme en problemas.

Las lágrimas resbalaban incesantes por mis mejillas. Noté como relajaba los brazos, y me giré para ver a Daniel. Tenía los ojos cerrados, pero se podía notar su respiración. Solté un grito de alivio, y me separé de él, para encarar a Carlos.

-¿Tanto te importa?

Estaba claro que me importaba. Mucho. No se merecía que nadie le hiciera daño. No, él no. Porque había sido la única persona normal desde que había llegado, porque había sido el único que me había comprendido, y el que me había perdonado.

-Eres un jodido bestia.

Daniel abrió los ojos lentamente, pero permaneció en el sitio. Tenía la cara hinchada de los puñetazos. Estaba empezando a sangrar por la nariz. La conmoción había llegado a él. Y todo por su culpa.

-Daniel... Oh, Dios.

Giré la cabeza, y le pegué un puñetazo en la cara a Carlos. No intentó retenerme, pero no se tambaleó. Sonrió una vez más, y me cogió de la cintura. Yo intenté separarme, pero no hubo manera.

-Suéltala.

La voz de Daniel era apenas un hilo perceptible entre tanto silencio. Aún estando él así, ¿todavía me defendía? Me separé de Carlos con todas mis fuerzas, pero no dió resultado. Él se limitó a alzarme la barbilla, y a obligarme a mirarle a los ojos.

-¿O si no, qué? Mira, Daniel. Te lo voy a dejar claro solo una vez más. Bianca, es mi novia. Parece ser que no entiendes ese concepto.

¿Novia? Dicho esto, sus labios se volvieron a pegar a los míos. Yo no quería, pero sabía que si me separaba de él, iría derecho a por Daniel. Y en su mal estado... no sabía si aguantaría mucho más. Era un mentiroso, un manipulador, un bestia, un psicótico, y un gilipollas. Pero me había llamado "novia". Yo no quería ser su "novia". No para que me tratara como un objeto, ni para que pegara a cualquiera que intentase ser mi amigo.

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