Capítulo 38. Irreal.
Carlos me dió un beso suave, y salió por la puerta. Dos días hacia que le conocía, y tan solo eso había hecho falta para que empezaramos a salir. Dos días para cambiar mi Mundo.
Me tumbé bocarriba en la cama, y empece a pensar. ¿De verdad quería salir con él? ¿Con el manipulador? Nunca había creído que las relaciones de amor-odio funcionaran, pero, ¿acaso yo le odiaba? Si hubiera sido así, nunca habría accedido a besarle. Me atraía, mucho... ¿Era suficiente?
Por otra parte, estaba Daniel. Era jodidamente perfecto, pero no para mí. Sus gestos no significaban nada para mí... excepto amistad. Una simpatía que no era normal. Nada era normal en él, pero así estaba bien. Un gran amigo.
Me miré el cuello, y me sorprendí. Tres marcas, Dios mío. Eso ya era pasarse... ¿Y si hubiera llegado a más? ¿Qué habría pasado? Porque si algo tenía claro, era que no sabía cuando perdería el control si seguía besándome así.
Me coloqué la ropa, estirandómela, y riéndome para mí misma... Era todo tan sorprendente... Madre mía, eso ya no podía considerarse ropa. Aún así, me la deje lo mejor posible.
Ya casi era hora de cenar, pero no sabía si bajaría. Los labios hinchados me quitaban las ganas de comer, pero debería hacerlo, porque apenas había comido desde que había llegado. Joder.
La puerta cedió, y entró mi compañera de cuarto con dos chicos, podía ser que para dejarles algunos libros. Porque fue lo que sacó del armario. Pero ellos no se fueron, así que decidí irme yo. Sin ni siquiera despedirme, porque ella no me había saludado. Pegue un portazo.
El pasillo estaba lleno de gente, más probablemente de la que había pensado que habría en el Internado en un principio. Y eso que solo estaba en mi planta. Tuve que salir esquivando a la gente, pero una chica morena me interrumpió el paso.
-¿Bianca? ¿Eres tú?
¿Qué? ¿Cómo sabía mi nombre? No me parecía conocerla. ¿Sería algún tipo de prefecta?
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Solo un paso.
Storie d'amore¿Es cierto que solo hay un paso del amor al odio? Si es así, a Bianca no le resulta tan sencillo. Carlos es el chico popular, cínico, psicópata manipulador, maleducado; aunque tiene dos grandes virtudes bajo esa fachada: es leal, y tiene un coraz...