Capítulo 31.

3.9K 69 2
                                    

Capítulo 31. Las diferencias están claras.

Abrí la puerta de mi cuarto, y entré dentro apresuradamente. No quería que nadie me viera así, con lágrimas cubriendo todo mi rostro. Ese imbécil... me había hecho llorar. ¿Quién coño se creía? Había jugado conmigo, y luego me había dejado claro que solo era una pertenencia más para su lista. ¡Había hecho que me gustara! ¡Joder, había creado sentimientos! Nunca me había pasado eso con nadie... Nadie me había hecho sentir tan vacía y tan a su merced. Me había tenido cuando él había querido. Solo... era una pieza más en sus juegos. No... No significaba nada.

Estaba sola en el cuarto, así que corrí hacía la cama violentamente, para agarrar la almohada y taparme la cara con ella. Era la primera vez que había dejado que me manipularan. Todo era un cúmulo de cosas. Eve, mi compañera de cuarto, pero sobretodo, Carlos. Todo el Mundo se había reído de mí. Todos menos él, menos Daniel. Aunque hubiera cambiado muy rápido de personalidad, él al menos no había jugado conmigo. Era una persona a la que todavíaa estaba dispuesta a conocer, si es que quisiera volver a hablar conmigo después de lo que acababa de suceder.

Estaba hecha un desastre, todo lo que había pasado a lo largo del día hacia que tuviera la ropa destrozada, y encima manchada de  línea de ojos por las lágrimas. Pensé si cambiarme, pero al final decidí que solo me quitaría la camisa. No podía derrochar ropa, porque la verdad, aunque me hubiese traido casi todo mi armario, no tenía mucha.

Me fui al vestidor, y me quite la camisa sucia que llevaba puesta, para ponerme una de manga corta gris, parecida a una de deporte. Tiré la primera en el cesto de lavandería que tenía la habitación cerca de los armarios. No me iba a lavar la cara. No me importaba mucho mi aspecto físico en esos momentos... Lo único que quería, era no volver a ver a Carlos, y no volver a ver a Eve.

Alguien llamó a la puerta. Una, dos, tres veces. Me sequé las lágrimas, y fui a abrir. No quería ver a nadie.

-Bianca, ¿estás bien?

Daniel me sonrió. Que hubiese sido justo él el que me viniera a ver... Me sorprendía, pero a la vez me alegraba un tanto. Era muy majo. Después de lo que había sucedido en el comedor... Y aún quería verme.

-No he entendido muy bien que es lo que ha pasado... Pero vengo a pedirte perdón, por si he sido yo él que te ha hecho ponerte así. Si ha sido Carlos, bueno, me disculpo por él también. Aunque no me caiga bien, precisamente.

Era la persona más buena del Mundo. No solo no me guardaba rencor, que yo lo haría, sino que encima venía a pedirme perdón, aunque no hubiese sido él. Personas así si que merecían la pena.

Las lágrimas fueron cesando poco a poco... Hasta que deje de llorar. Las palabras de Daniel... Me habían tranquilizado. Había sido capaz de calmarme, tras lo que había pasado. Y ahora hablaba con seguridad, sin tímidez.

-No... No te preocupes, Dani. No es tu culpa, solo faltaba eso. Y no te disculpes por él, que en el fondo ya sabía que me iba a hacer daño. Como a las otras. Solo soy una más, ¿no?

Él se puso muy serio. Su cara solo reflejaba resentimiento, odio, y furia. Estaba claro que no eran amigos... Pero, ¿era Carlos capaz de provocar esas sensaciones en Daniel? ¿Qué habría pasado entre ellos antes de que yo viniese al internado?

Daniel me cogió de las manos, lentamente. No sabía a qué venía ese gesto, como antes en el comedor. Pero le deje hacerlo. Sentir su cuerpo junto al mío... Me reconfortaba. Otra sensación nueva.

-No Bianca, no pienses eso ni por un segundo. Tú no eres otra más, no podrías llegar a serlo. Tú... eres única. Y eres fantástica, creéme. El que no sepa verlo... Simplemente no tiene ojos en la puta cara. No dejes que nadie te diga lo contrario, porque te estarían mintiendo. ¿Me entiendes? Eres perfecta, y no debes dejar que nada ni nadie te afecte. Porque no debes cambiar, nunca.

Solo un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora