Capítulo 25. You're doing my future.
El director se había quedado mirándonos, casi petrificado. Yo... aquella situación... lo que había pasado... No sabía qué decir al respecto. De algo no tenía ninguna duda; había besado a Carlos de nuevo. Pero no solo eso, sino que esta vez, era consciente de que me había gustado. Y eso no era bueno, si teniamos en cuenta el hecho de que hasta entonces, estaba completamente segura de que le odiaba.
-¿Qué está pasando?
El director hablaba de manera tranquila, como si ya hubiese vivido esa situación antes. No quería saber en qué narices estaba pensando en aquel instante, porque probablemente su opiníón sobre mí, había cambiado completamente. Y solo era el segundo día.
-¿Acaso no es evidente?
¿Qué? ¡No podía creer las palabras de Carlos! ¿Era estúpido? Me importaba muy poco que fuera con su tío con quién hablase. No quería empezar así el curso, no ganánandome que el director me diera por una... cualquiera. ¿Qué me estaba pasando? Yo siempre había sido prudente, siempre. Pero todo se había ido a la mierda desde que me había topado con ese imbécil que ahora se encontraba a mi lado.
-¡Carlos! ¡Te he dicho mil veces que...! ¡Y este es el baño de los chicos! ¿Qué haces tú...?
No llegaba a terminar las frases. Parecía completamente nervioso. Yo, aún estaba paralizada por lo que Carlos había dicho, pero no pude evitar escuchar la frase que el director había pronunciado: Te he dicho mil veces. ¿Sobre qué? ¿Sobre eso? No quería imaginarme a Carlos... con otras chicas. Todas tan idiotas... como yo. Me había dejado caer en las redes de un psicótico, únicamente un día después de haberle conocido. Y lo peor era que una parte de mí, no se arrepentía. Y lo volvería a hacer.
-Sal inmediatamente de...
No me dió tiempo a saber si estaba hablando conmigo o con él, porque algo le interrumpió. La puerta volvió a ceder con el mismo chirrio anterior, pero esta vez fue un chico moreno, de ojos verdes, y aparentemente de mi edad, el que entró al baño.
-Eh, ¿qué pasa?
Lo dijó con total normalidad, como si fuera una situación que ocurriese todos los días. ¿Pero qué coño estaba pasando? ¿Ver a una chica y al director en el baño de los chicos, no era siquiera motivo de asombro? El chico solo se limitó a pasar a mi lado, y a chocar la mano con Carlos. No podía seguir el ritmo de la situación. Ese comportamiento... no era normal.
El director no le prestó atención, pero me hizo una señal para que saliera de allí. Carlos vino detrás mía al abrir la puerta, sonriendo. ¿Acaso le gustaba que el director le viera cuando...? No quería ni imaginarmelo. Una lágrima cayó por mi rostro sin darme cuenta...aquella escena había sido demasiado para mí. No quería que llamaran a mis padres para contarselo. ¡Joder!
-Ey. Tranquila. No quiero verte llorar, ¿me oyes, Bianca? Ni una vez más.
¿Por qué hacía eso? ¿Por qué tenía cambiar de manera radical su personalidad en esos momentos? ¿Por qué era... tan jodidamente adorable?
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Solo un paso.
Romance¿Es cierto que solo hay un paso del amor al odio? Si es así, a Bianca no le resulta tan sencillo. Carlos es el chico popular, cínico, psicópata manipulador, maleducado; aunque tiene dos grandes virtudes bajo esa fachada: es leal, y tiene un coraz...