Capítulo 29.

3.9K 65 5
                                        

Capítulo 29. We are together?

No sé a qué jugaba, pero esta  vez, yo estaba con él. Le deje que me tocara la espalda, que me recorriera el cuello, delante de todos. Me sacaba de quicio, pero era algo tan... sumamente excitante. Estar con él me hacía sentir libre, aunque no dueña de mí misma.

Me dejo de besar por un segundo, y me miro a los ojos. Oh Dios, que bonitos eran. Simplemente impactantantes. ¡Y pensar que había preferido creer a Eve! Sonreí para mí misma, y le alboroté el pelo con los dedos.

Un chico, de al final de la sala, se dirijó hacía mí. Era alto, y parecía conocerme. Vestía con el uniforme del colegio, aunque parecía un poco perdido al vernos. Me separé un poco de Carlos cuando se acercó. Le reconocí cuando estaba en frente de la mesa donde nos habíamos sentado. Era Daniel.

-Ho...Hola, Bianca. ¿Puedo hablar contigo un segundo?

¡Me había olvidado completamente de él! ¡Y eso después de lo que había pasado esta mañana con la chica esa! No recordaba ni su nombre... Madre mía. Lo que más me dolía era tener que separarme de Carlos en aquellos momentos. Quería seguir con él. Pero Daniel me miraba con una cara de arrepentimiento... Me levanté, y me alejé con él un tanto, ante los ojos confusos de Carlos.

-Dime. ¿Es algo sobre aquella chica?

Él asintió con la cabeza. No recordaba exactamente qué había pasado esa misma mañana. Realmente, no me acordaba de nada que no hubiese sido enfadarme con Eve, y los besos de Carlos. Mi confusión alcanzaba límites insospechados.

-Lo siento... mucho. De verdad... ella... es muy celosa. No sé... no sé que hacer con ella.

Seguía hablando con timidez. ¡Eso era! ¡Esta mañana había hablado tranquilamente! No entendía nada, pero sin embargo recordar eso me hizo preguntarme el por qué de su comportamiento anterior. Todo el Mundo se comportaba de manera extraña aquel día.

-No pasa nada, tranquilo. Hoy he  tenido un día de locos, creéme que no es lo peor que me ha pasado.

Me sonrió ampliamente, y luego me abrazó suavemente. ¿Ahora... a qué se debía eso? ¿Por qué me abrazaba? Es decir, entendía que los amigos tuvieran muestras de contacto físico como esas, y yo era la primera que las llevaba a cabo... Pero su personalidad cuando habíamos estado juntos no encajaba para nada con los abrazos de esta manera. Aunque realmente, no le conocía tan bien como pensaba. Solo de un día.

Miré hacia Carlos, quién resultó estar observándonos desde donde estábamos antes. Su mirada... expresaba un sentimiento que no logré descifrar.

Solo un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora