Capítulo 41.

3.8K 55 3
                                    

Capítulo 41. In my head, two boys.

Molesta aún por haber tomado la decisión de apartarme de Carlos, caminé hacia otra puerta, que no había visto antes. Cedió con un chirrido y miré en su interior. Daba a un inmenso pasillo, y tenía muchas salas dentro, probablemente de clases. Recorrí una por una las aulas abiertas, pero no parecía haber nadie. Solo eran aulas de estudio, y laboratorios. Cuando llegué a la última puerta, me desanimé un tanto, pero la abrí igualmente.

-Vete. No tengo ninguna gana de hablar contigo.

Una voz reconocible, de una figura miraba desde el fondo. Estaba oscuro, pero juraría que esa sala no era como las demás. No era de clases. Daniel había elegido muy buen sitio para ocultarse. Y me dolía. Me dolía haberle dejado tirado antes.

Me acerqué lentamente, ignorando sus palabras, y le miré a la cara. Pude distinguir restos de sangre seca, y unas lágrimas cayeron por mi mejilla. Yo había sido la culpable. Intenté tocarle, pero él apartó mi mano.

-Perdóname, Daniel. Sé que te puedo dar asco por lo que ha pasado. Pero no me puedo permitir perderte, te aprecio muchísimo. Es sólo que... Carlos... sé que es un gilipollas, pero me gusta. Y tú, pero tú eres mi amigo. Dios, siento muchísimo que Carlos te haya pegado, y también que haya tardado tanto tiempo en decirtelo. Eres perfecto, y no dudo que encontraras a alguien que no te haga daño, y que te quiera, de verdad. Daniel, por favor. No te alejes de mí.

Él pareció sorprenderse, porque se separó de la pared, y se acercó lentamente a mí. Me cogió de la cintura, y me arrimó a él.

-No puedes estar hablando en serio... ¿te gusta Carlos? ¿Esa es tu decisión? ¿Por qué me besaste entonces? ¿No sientes nada por mí, que no sea amistad?

Puso sus manos en mi cuello, y me atrajo hasta solo quedar a centímetros de él. Mi respiración estaba completamente acelerada, pero no sabía por qué. De hecho, no sentía nada por él, nada que no fuera amistad. Pero tener tanta cercanía a sus labios, sabiendo que antes nos habíamos besado, me ponía nerviosa.

Estaba confundida... y no podía hablar. Si hacia algo en aquel instante... dudaba que me pudiera resistir. Y entonces sería yo la que estuviera traicionando a Carlos. No. No iba a dejar que eso sucediera.

-Me gusta Carlos. Sé que es un pensamiento estúpido, pero algo me dice que debo darle una oportunidad. Sí, es mi decisión. Y de verdad que siento mucho que te haya pegado, porque eres una persona muy importante para mí. Siento una gran amistad hacia tí, si quieres perdonarme. Pero lo de antes fue un error, y ahora... Ahora ya no puedo... porque...

Me atrajó hacia sus labios, y los posó sobre mí. Me separé al instante, y él me miró confundido. No quería... no podía... hacerle eso a Carlos. No ahora, que había descubierto que de verdad albergaba sentimientos hacia él.

- ¿Por qué no?

Le aparté de un empujón, porque volvió a hacer amago de besarme. No conocía a la persona con la que estaba hablando. Otra vez más. Ese no era Daniel, no con el que había tropezado el día anterior. No el chico tímido.

Solo un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora