Capítulo 50.

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Capítulo 50. What am I doing right now?

Les miré. ¿Ambos estaban en la misma clase qué yo? Parecía una broma de mal gusto. Y por si eso no fuera bastante, iban de la mano. ¿Eran... algo? Daba igual, o en esos momentos era lo que menos me importaba. No me habían visto aún, o eso pensaba. Estaba sin Carlos, pero con Daniel y Bonnie en mi clase. No sabría si aguantaría mucho, debido a lo que había pasado el día anterior. La situación era incómoda, sobretodo para mí.

-Señor y señorita Gilmore, pasen, por favor. Como siempre, llegando tarde. Coged sitio.

¿Qué? ¿Mismo apellido? El de Bonnie me lo sabía, pero no el de Daniel. ¿Eran hermanos? Era prácticamente imposible, debido a que Bonnie, a los diez años, seguía siendo hija única. Y no cuadraban los datos. No, quizás solo tenían el mismo apellido. Me tranquilicé un poco.

-Disculpenos, Señor McArtheny.

Escogieron un pupitre, y se sentaron. Daniel se giró hacia mí de repente, y me sonrió de manera violenta. Solo verle mirarme ya me intimidaba un poco, pero verle sonreir... pensaba que ni siquiera me había visto. Pero por supuesto que lo había echo.

-Bien. Disculpas aceptadas. Como iba diciendo antes de las interrupciones últimas, seré vuestro profesor de Historia y tutor de este año académico. Estudiaremos desde la Edad Media, hasta el acontecimiento de la Segunda Guerra Mundial. Recordad que esto es Historia de América, así que no nos centraremos en países concretos, sino en las fechas importantes para nuestra Nación...

La puerta volvió a abrirse, y esta vez ni siquiera se molestaron en llamar. Apareció un chico con ojos grises, pelo castaño y bastante alto, que me miró directamente, y entró para situarse a mi lado. Era el chico de antes.

-Eso. Muy a lo suyo, como siempre, Señor Rowan.

Me sonrió, y se sentó conmigo. Yo sonreí también, aunque pronto se me quito el gesto. Ahora solo faltaba que llegase Carlos y me viera sentada a su lado. Seguro que le diría algo. Espera, ¿por qué iba a decir nada? Ya estaba pensando gilipolleces, pero es que su comportamiento con Daniel el día anterior... me esperaba lo peor.

-Perdón, Señor McArtheny.

El profesor le miró atentamente, y su expresión se relajó un tanto. Suspiró, y se concentró otra vez en la clase.

-Bueno, pues usted ya me conoce, así que no voy a presentarme por cuarta vez a sus compañeros. Esta vez pase, pero yo no tolero los retrasos en la asistencia, a no ser debidamente justificados. ¿Entendido?

Todos asentimos. Y McArtheny se dio la vuelta para escribir algo en la pizarra. Mi compañero de mesa se acercó a mi oído lentamente, y yo me sobresalté un poco, pero terminé cediendo. Seguía pareciendo simpático, y parecia llevarse bien con el profesor.

-¿Qué? ¿Ya te has pensado lo de los vestuarios? Es muy buen lugar para... bueno, ya sabes. Pero primero dime tu nombre, al menos. Yo soy Axel.

Solo un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora