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Para empezar, quiero mencionar que esto no cuenta como capítulo. Me lo han pedido varias personas, y no quita que el 1 suba el capítulo final.
Esto es un especial Marion-Axel, no se centra en ningún momento en Bianca ni en Carlos.
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*POV Marion.
Ví como Axel se levantó de la cama, y no pude evitar soltar un suspiro. La verdad es que no se me ocurre la razón por la que Bianca le dejo escapar... Aunque por mucho que me costara traicionar (o no) a una de mis mejores amigas, no podía evitar alegrarme de que lo hubiese hecho. De lo contrario, ahora mismo no podría observar su cuerpo en estos momentos. Sin duda, no tenía nada que envidiar a Carlos.
No es que odiase a ese chico, pero me parecía un idiota por sus constantes idas y venidas. Cuando Bianca me dijo que le había engañado, juro que tuve ganas de matarle a sangre fría, más o menos como cuando le explicó que no quería que nadie se enterase de su relación. ¿Acaso era incapaz de ver a la chica que tenía delante?
-No te molestes en recoger tu ropa. Quiero que vuelvas a la cama.
No me cansaría del chico que tenía en ml cuarto jamás. Y eso que de momento, ignoraba el hecho de no saber qué éramos exactamente.
Axel me sonrió, y elevó una ceja.
-¿No estás cansada?
No lo suficiente.
-No. Ven.
Por muchas veces que estuviéramos juntos, no podía tener suficiente de él.
Axel vino a mi cama, ignorando por completo su desnudez, y se tumbó encima de mí. Yo subí la cara para poder besarle.
-Me encantas.
-Tu a mí también.
*POV Axel.
Marion era estúpidamente preciosa. Y no tenía pudor alguno, por lo que no podía evitar sentirme irrevocablemente atraído por ella. La verdad es que sabía que me tenía que haber fijado en ella desde un principio, pero Bianca siempre había tenido un 'algo' especial. ¿Qué con cuál me quedaba? Bianca ya había decidido por mí, aunque entonces yo no conocía a Marion lo suficiente como para poder juzgarla.
Destape lo poco que quedaba de la sábana que la cubría, y metí la mano debajo de ella. Marion rió.
-Ah.
Definitivamente, me encantaba. Sí. No sabía si era solamente atracción física, pero no le daba demasiada importancia. Tanto ella como yo habíamos dejado claro que lo importante era la diversión.
Deslicé mi otra mano por su cuerpo, apoyándola en su cintura. Luego la besé de nuevo. Mierda, ya ansiaba tenerla otra vez. Era imposible dormir con un cuerpo así ante tus ojos, y ella no ayudaba mucho con sus súplicas. No parecía cansarse nunca.
-¿Otra vez?
Me obligó a dar una vuelta en la cama, de manera que quedó encima de mí.
Me miró con una sonrisa lobuna, y se sentó encima de mí. No pude evitar un suspiro.
-Es sábado, no hay prisa. ¿Qué pasa? ¿Ya estás cansado?
Pero lo cierto era que no, y eso que no habíamos dormido en toda la noche. De hecho, había herido con sus palabras mi orgullo masculino.
-Para nada. Aguantaría diez o veinte asaltos más.
Puso su pelo a un lado de su cuello, y tuve una mejor vista de su cuerpo. Realmente, dudaba haber visto a una chica como ella en mucho tiempo.
-Exagerado. Seguro que te duermes antes.
*POV Marion.
Pero no, Axel aguantó hasta que yo misma me quedé dormida. Luego solo pude alcanzar a notar como sus brazos me rodeaban la cintura, y me pegaban más a él, sin importar que nuestros cuerpos estuvieran completamente desnudos en la cama.
Definitivamente, este chico me estaba volviendo loca. Nunca había hecho estas locuras tan rápido; pero desde el primer momento en el que me lo propuso, acepté. Al fin y al cabo, no era tan malo tener sexo con un chico como él. Bianca no sabía lo que se había perdido con Carlos.
Y solo entonces, se me escaparon unas palabras de mi boca, y no pude detenerlas por muy malas que fuesen.
-Axel, creo que sobra decir que me gustas.
Creía que al menos estaba dormido cuando yo me desperté. Me equivoqué, y lo supe en cuanto se pegó más a mí. Solté un suspiro, sin poder evitarlo.
-Tú a mí también. Aunque creo que es obvio. No me acuesto con todas las chicas, créeme.
Sonreí por su ocurrencia, y me mordí el labio.
-Definitivamente, los franceses besáis muy bien.
Ya lo sabía, era algo que teníamos. Una cosa especial; éramos irresistibles. ¿No decían los chicos eso de sí mismos? Pues nosotras también podíamos.
No pude evitar curiosear.
-¿Mejor que Bianca?
Sabía que no estaba bien preguntar por ella, pero era algo que me comía por dentro. Saber si seguía sintiendo algo por ella, algo que era perfectamente normal viéndola. Aunque no se lo creyese.
Él quitó sus manos de mi cuerpo, y yo maldecí, sabiendo que esa no era buena señal.
-¿Celosa?- Pude notar su sonrisa burlona detrás de mí.
-No.
Volvió su agarre sobre mí.
-No me he acostado con ella. Pero si te refieres a los besos, simplemente creo que son diferentes.- Apoyó su cabeza en mi cuello, y dejó un beso ahí.- Soy un caballero, no pienso decir nada más.
Alcancé a coger una almohada del suelo, y a asestarle con ella unos golpes, riendo. Era incapaz de tomar en serio algo.
-Vale. No me contestes.
Me giró para quedar de cara a él. Luego se acercó a mis labios.
-Sabes perfectamente cuál es la respuesta.
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Solo un paso.
Romance¿Es cierto que solo hay un paso del amor al odio? Si es así, a Bianca no le resulta tan sencillo. Carlos es el chico popular, cínico, psicópata manipulador, maleducado; aunque tiene dos grandes virtudes bajo esa fachada: es leal, y tiene un coraz...