Capítulo 73. What to expect when you're expecting.
Estaba en un debate interir conmigo misma. ¿Se lo decía todo? ¿Le contaba qué no solamente me gustaba, sino que le quería? ¿Que era todo muy confuso? No quería que me pasara como con Eve... Pero por lo que me había dicho, no parecía que lo conociese. Y quizás debiese confiar en ella, o quizás no. Tenía que arriesgarme si quería tener aunque fuera una sola amiga.
-Mucho más que eso.
Me puse más roja aún según lo iba diciendo. Pero ya era tarde... Ahora solo faltaba que ella misma sacase sus propias conclusiones.y se lo había dejado demasiado fácil para que se diera cuenta de lo que pasaba. De lo que sentía por él.
Miré a Marion. Se había tapado la boca, y tenía los ojos más abiertos de lo que los había visto jamás. Agachó la cabeza, y rió bajito, claramente nerviosa.
-Oh, Dios. Estás enamorada.
¿QUÉ? ¡Dios! ¡Tenía que aplaudirla! ¡No podía haberlo dicho más alto... Que se hubiera enterado hasta la clase de al lado! Me giré hacia los lados, y me quede de piedra. Todo la clase nos miraba expectante, incluso la profesora; que avanzaba hacia nosotras con los puños apretados. Mierda, Marion. Mierda.
-Las señoritas de la tercera fila. Me gustaría que me explicaran por fin de qué han estado hablando toda la hora que les hace tanta gracia. Para que nos podamos reír todos.
Me quedé literalmente petrificada. Mis piernas comenzaron a temblar rápidamente. Solo habían pasado unos minutos. Juraría que solo habían pasado unos minutos. Y la profesora ya me odiaba, a mí, y a mi querida compañera de cuarto.
Intenté disculparme, pero simplemente no me salieron las palabras, solo un balbuceo estúpido, propio más de un niño de dos años. Marion intentó ayudarme, pero le pasó lo mismo que a mí.
-Eh...
Era inútil intentar exculparse. Y me di cuenta en cuando levantó la mano para mandarnos callar. Solo se la oía a ella en la clase, ni un solo cuchilleo. La había jodido pero bien, y eso que solo era el primer día que iba a la asignatura.
-No se moleste en negarlo. Solo diganme que acabo de decir.
Tanto Marion como yo nos quedamos calladas, esperando que nos viniese algún tipo de inspiración. Pero era idiota, ya nos había visto. Eso ya no era disculpable.
-...
Y fue ahí cuando miré a la pizarra, en busca de algo de ayuda. Y también fue ahí donde pegué un bote terrible. Estaba... Dios, ¡había un montón de fórmulas inconexas! ¿Me había perdido toda la clase o qué? Mierda, ahora no entendería absolutamente nada. Por no recalcar que ni atendiendo veía más que letras y letras sin ningún sentido. La asignatura que peor se me daba, y no solo la había cagado con la profesora; encima tendría que pedir los apuntes. Joder...
-Perfecto. Tal y como me suponía. Bueno, pues visto que no les interesa lo más mínimo la clase de física, no hace falta que se molesten en venir... Mañana, ni el jueves. Es más... Otra falta de respeto como ésta más, y me encargaré personalmente de que vayan a hacer una visita al director. En este centro se viene a aprender. Dicho esto, pueden marcharse.
La clase comenzó a salir lentamente, pero yo me quedé hasta casi el final, asimilando las últimas palabras que había dicho la profesora. ¿Al. Despacho. Del. Director? Oh, no. No podría ver al tío de Carlos una vez más. No me atrevería a mirarlo a la cara después de lo que había pasado en los baños. ¿Y me había castigado sin ir a clase? Oh, vamos; ya tenía una asignatura suspensa, y para septiembre. Adiós exámenes finales.
Caminé sin despegar la mirada de ella, hasta que logré salir de la clase. Marion ya había huido para entonces. Y yo me resigné a caminar hacia el aula de Historia, donde sabía que me encontraría con Daniel y con Bonnie. Qué alegría más para comenzar la mañana. Suerte que al menos no tendría que andar mucho hasta llegar, tan solo unos metros.
Abrí la puerta lentamente, y busqué un sitio dónde sentarme. Entreví a Axel, y fui a su lado. Quizás fuera un poco idiota, pero era bastante majo; por lo que me había demostrado. Por favor, ¿cómo podría estar Carlos celoso de él? Era muchísimo más guapo, aparte de alto. Lo único que le fallaban era los ojos... aunque los de Carlos eran impresionantes. Era imposible que me fijara en Axel teniendo a Carlos a su lado.
-Hola, chica de las duchas.
Me giré hacia él, y pude ver cómo sonreía. Me pregunté que pasaría si Carlos lo hubiera llegado a oír; ayer, u hoy. Quizás fuese bueno para que se le quitaran esas subnormalidades de la cabeza.
La puerta se volvió a abrir, y entró Daniel, seguido de Bonnie. Oh, por Dios, ¿qué era? ¿Su perrito faldero o algo? Decidí no dar importancia a su cara de asco en cuanto se fijó en mí, y empezar a hablar con Axel.
-Buenos días.
Intenté sonreír un poco, y apoyé la cabeza sobre la palma de mi mano. Él se limitó a mirarme con expresión cansina, y a sentir. ¿Cómo podía estar tan feliz un martes por la mañana, cuando teníamos clase? No tenía ni idea, pero se le veía realmente contento. Dio unos golpes en mi mesa, intentando sacarme del embobamiento.
-Bueno... ¿Y bien? Me han dicho que hay un baile o una mierda de esas este viernes, ¿vas con ese novio tuyo que tienes, o prefieres... Divertirte conmigo?
Y casi se me salen los ojos de las órbitas al oírle pronunciar eso. ¿Era en serio que me acababa de pedir ir al baile con él? ¿Y había sonado así como una propuesta indecente o algo, o solo era cosa de mi mente? Madre mía, entre todos me estaban volviendo loca.
-No... La verdad no tengo pareja.
Igualmente... No podía decidir quién era mi pareja. Ya tenía a alguien que se encargaba de eso. Y era la misma persona que me había visto... Desnuda ayer. Aún me costaba siquiera pensarlo, sin que me entrasen unas inmensas ganas de ir a por él, y estrangularlo.
Axel puso una sonrisa lobuna, y yo me eché para atrás en el asiento. Vale, ahora si que daba un poquitín de miedo. ¿Qué narices estaba pasando a mi alrededor, con todo el Mundo?
-¡Genial! Ven conmigo.
Pasó una mano por mis hombros, y yo me quedé quieta. Tenía que calmarme. Eso era lo que hacían los amigos ¿no? Lo había hecho un montón de veces con los míos, al menos. ¿Pero por qué ahora... Parecía diferente?
Vale, ahora sí que lo había oído. Me acababa de pedir ir a la presentación con él. ¿Por qué todo el Mundo hablaba de baile? Pero yo no le podía decir que si, no porque si no tendría un problema con Carlos... Aunque quizás.
-No creo que.. ¿Sabes? Sí, creo que puede ser divertido.
Touché. Había decidido... ¿Mal? Desde luego, sin pensar. ¿Pero y si fuera lo mejor para que Carlos por fin actuara como una persona normal, y empezásemos a "salir" de nuevo? A lo mejor se daba cuenta de una maldita vez de que sus ideas al respecto de "nosotros" eran una verdadera mierda. A ver... Él me gustaba, yo le gustaba (aunque aún me parecía increíble), y teníamos que salir juntos.
-Sí, ¡perfecto!
Sonreí, y cuando me quise dar cuenta; la puerta volvió a abrirse. Y esta vez entró el profesor de Historia. Cerro la puerta despacio, y fue a dejar sus cosas al escritorio. Luego señaló la pizarra, y escribió su nombre, como si el día anterior no hubiese estado con nosotros; o posiblemente para que no se nos olvidara.
-Bueno, chicos. Sacad una hoja de vuestra cajonera y empezamos. Hoy daremos el proceso de hominización. Copiad; nuevos hallazgos encontrados en América del Norte. El proceso de hominización comprende una larga etapa(...)
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Solo un paso.
Romance¿Es cierto que solo hay un paso del amor al odio? Si es así, a Bianca no le resulta tan sencillo. Carlos es el chico popular, cínico, psicópata manipulador, maleducado; aunque tiene dos grandes virtudes bajo esa fachada: es leal, y tiene un coraz...