Capítulo 92. I´m a freak.
No me gustaba Axel, ¿no? No. Definitivamente no, pero es que le daba tantas vueltas... Que no. No me gustaba Axel. Nunca me había gustado Axel, y nunca me gustaría Axel. Me obligaba a mi misma a que no me gustase, si hiciera falta; pero no la hacía. No me gustaba, y punto. Tenía que verle más como un amigo, porque eso era lo que éramos. ¿Pero entonces por qué me había pedido ir el viernes con él? No lo había pensado hasta ahora, pero tenía su lógica preguntármelo. Me estaba comiendo el coco demasiado.
Hacía como hora y media que Marion y yo habíamos salido del comedor, hablando todavía de ese tema; pero sin llegar a un final concreto. Ella seguía y seguiría obcecada en que yo debería salir con Axel... Y yo, en que no era posible. Por una vez que tenía un amigo aquí dentro, no soportaría estropearlo.
Ahora mismo, caminaba sola por los pasillos como una idiota, aún pensándolo. ¿Tan pronto me había olvidado de Carlos? Por supuesto que no, porque me seguía doliendo en cuánto pensaba en lo que había pasado, pero no era igual que antes. Ya no quería llorar, aunque tampoco tenía ganas de hacer nada. Estaba algo alicaída todavía.
El internado era aún más grande de lo que pensaba. Incluso, metiéndome por Dios sabe dónde, había llegado a otra biblioteca. No recordaba exactamente cómo había llegado hasta allí, pero era otro pasillo de la primera planta.
Cuando quise seguir caminando, ya para volver, puesto que había terminado el pasillo, un brazo me retuvo quieta, impidiéndome el movimiento.
-Te llevo buscando media hora, preciosa. ¿Dónde te habías escondido?
Negué con la cabeza, y me giré para ver cara a cara a Axel. Reconocí su voz de inmediato. Era inconfundible.
-En ninguna parte, si soy sincera. Solo andaba.
Sonrió, y me volvió a pasar una mano por el hombro, obligándome a caminar junto a él. Era algo extraño, pero a la vez reconfortante. Me sentía bien al tenerlo a mi lado. Solo como amigos.
-¿Y esa vuelta por el jardín, que acabará en los baños, que me debes?
Negué de nuevo, y solté una pequeña carcajada. No cambiaría. El tenía 'los baños', y siempre serían 'los baños'. La primera vez que lo vi fue realmente graciosa.
Decidí seguirle la corriente, porque sabía que se estaba burlando de mí. Además, me apetecía pasar más tiempo con él, como había dicho antes.
-¿Ahora?
Pegó un pequeño salto, ante mi respuesta, y sacó una sonrisa lobuna. Realmente era adorable. Y realmente se lo había creído, lo que era aún más gracioso.
-Ahora.
Sentí un ligero calambre en cuánto su mano se desplazó por mi brazo para estrecharme a su lado. La verdad es que nunca me había pasado algo así, pero decidí restarle importancia. Habría sido electricidad estática.
Caminamos hasta la puerta, y salimos al exterior. Por suerte, no hacia frío del todo; aunque si hacía fresco. Menos mal que llevaba sudadera, aunque temía un poco por Axel. Los polos no es que cubrieran mucho.
-Bueno, ¿y qué? ¿Me has echado mucho de menos?
Ya estaba. Su vena egocéntrica ya había vuelto a salir a la luz. Mierda, la verdad era que sí que le había echado de menos. Todo el rato que estuve sola por los pasillos, por ejemplo. Aún así, no iba a darle la satisfacción de saberlo.
-No, pero me has dejado completamente tirada en el comedor.
Fingí enfado, y él sonrió. Para de caminar, y se tumbó en el césped, animándome a que lo haga con él. Yo me agaché, y me senté a su lado.
Puso los brazos en jarras, como pidiendo perdón; y luego sonrió como si nada. Yo terminé sonriendo también.
-Culpa de Ana. Lo siento, pero es que cuando me llama así; o voy, o me mata.
Oír esas palabras me provocó un nudo en el estómago, pero no lo exterioricé. Mi mente pensó instantáneamente que quizás era su novia. ¿Y qué si lo era? ¡Solo éramos amigos! ¡Maldita conciencia!
-¿Quién es?
Dejé salir esa pregunta cómo si nada, aunque sabía que había sonado al borde de la locura. Algo en mi interior estaba eufórico por saberlo.
-Una buena amiga.
¿Una buena amiga? ¡Qué clase de respuesta era esa! Si era su novia, ¡que me lo dijese y ya estaba!
Respiré hondo, y me recordé a mí misma que no me gustaba Axel. Porque no podía gustarme, aunque se me estuviera olvidando por jodidos momentos.
-¿Tu novia?
Él saltó ante mi pregunta. Y digo saltó, porque se sentó de un salto. Fue como un resorte, lo que me hizo bastante gracia. Reí a carcajadas hasta que me contestó.
-¡Ni mucho menos! Dios, ¡no! ¡Bianca! ¡Es como mi hermana!
Me tapé la boca con las manos, pero no pude reprimir una sonrisa. Y que volviese a soltar el aire que había estado conteniendo desde qure había empezado a hablar. ¿Por qué no había respirado? ¿Acaso dependía en algo su respuesta? No, no, y no. Solo éramos amigos, solo eso. Y nunca seríamos más, aunque fuera pronto para decirlo. Pero era como si las palabras de Eve me hubiesen afectado... completamente. Sin quererlo, le veía de otra manera.
-¿Celosa?
Esta vez, la que pegué un salto fui yo. Había roto el silencio de repente. ¿QUÉ? ¿Celosa yo? ¡No! ¡Por supuesto que no! No era eso... era pura curiosidad. Si ibamos a ser amigos, tendría que saber de su vida, ¿no? Y por eso se lo había preguntado, con el único objetivo de saber más de él.
-Más quisieras.
Y entoncés él se limitó a sonreír, y a decir algo que me dejó aún más confusa todavía.
-La verdad es que sí.
**************************************************************
¿Os ha gustado? Lo siento si es un poco rollo o algo así... la verdad es que lo que ha pasado me ha dejado completamente sin inspiración.¡El próximo prometo que será mucho mejor!
Intentaré escribir lo más rápido posible:)
¡Un beso!
PD: Muchísimas gracias por apoyarme a todos. En especial, a LidiaDelCampo, que me ha aguantado durante muchos mensajes:)
ESTÁS LEYENDO
Solo un paso.
Romance¿Es cierto que solo hay un paso del amor al odio? Si es así, a Bianca no le resulta tan sencillo. Carlos es el chico popular, cínico, psicópata manipulador, maleducado; aunque tiene dos grandes virtudes bajo esa fachada: es leal, y tiene un coraz...