-¡Lily, espera! –Severus ignoró las miradas de sus compañeros de clase, dejando su escoba en las manos de una chica de Slytherin que estaba más cercana a él y corrió detrás de Lily, su túnica ondeando sobre sus tobillos, haciéndolo tropezar. La alcanzó y la agarró por el codo, deteniéndola. Detrás de ellos, los estudiantes se dirigían al depósito a dejar las escobas.
-¿Estás bien? –preguntó cuando ella se volteó.
Por encima del hombro de Severus, podía ver a James, de pie exactamente en la misma forma como ella lo había dejado, sosteniendo las dos escobas en sus manos, observándola. Sirius le estaba hablando y James asentía.
-Los odio, Sev –dijo Lily furiosa- Esos chicos son horribles y sólo les importa ellos mismos. La forma en que te tratan es tan... -Lily negó con la cabeza- Los odio.
Severus suspiró.
-Desearía haberme ido contigo a Slytherin –dijo Lily- Ya te extraño demasiado.
A pesar de cómo se sentía, Severus le sonrió. Saber que ella lo extrañaba le hacía sentir mejor. Había tenido imaginaciones locas de ella riéndose descontroladamente frente a la chimenea de la sala común de Gryffindor mientras Sirius Black contaba un chiste cruel de "Quejicus Snape".
-Yo también te extraño –le dijo. Volteó la mirada y vio que la clase ya había guardado todas las escobas y caminaban de vuelta al castillo, incluyendo James y Sirius, y dijo:- Vamos, entremos antes de que ellos vengan –la haló de la mano hacia la escuela y caminaron por el Gran Comedor y bajo las antorchas de las paredes que guiaban a un pequeño pasillo. Continuaron caminando hacia el final del pasillo hasta que encontraron otras antorchas y Severus la guió a su lado antes de sentarse y palmear un puesto para ella- Aquí, no nos molestarán aquí.
Ella miró alrededor. -¿Qué es este lugar?
-Las mazmorras –explicó- Aquí dan las lecciones de pociones, en un salón rodeando la esquina. Estas escaleras llevan a la despensa del Maestro de Pociones –señaló a la gran puerta de madera detrás de él.
Lily miró, luego volvió a ver a Severus. – ¿Y qué pasa si llega el Maestro de Pociones?
-No lo hará –dijo Severus- No hay clases de pociones en la tarde.
Lily asintió. Estaba oscuro y frío y había humedad incluso cuando no había agua cerca de las mazmorras, pero lo que sea para estar con Severus, supuso. Ella alzó la vista hacia él.
-¿Te gusta Slytherin? –preguntó.
-Me imagino que es mucho mejor que Gryffindor con esos estúpidos –gruñó Severus.
-Tengo mi propio dormitorio –le dijo- Sólo para mí –hizo que sonara más emocionante de lo que a ella le parecía- Y me hice amiga de una chica de segundo año llamada Alice Bell.
Severus frunció el ceño. –Es una sangre sucia–dijo.
-¿Una qué? –Lily lo miró confundida.
Severus hesitó. –Eh... Significa que es mestiza.
-Tú también lo eres –rió Lily.
Severus frunció el ceño. –Puede que sea mestizo, pero soy un Prince mestizo, –explicó- y eso es una distinción importante. Además, renegué a mi padre años atrás.
-Bueno, sigues siendo un mestizo, y no cambiarás lo que eres solo poniéndole ridículos nombres y deseando que tu padre se largara –dijo Lily con seguridad- Además, ¿Qué importa de qué tipo de sangre eres?
Severus no quería tener la discusión de sangre pura/mestiza con Lily, especialmente porque no quería explicarle sobre su familia, quienes a penas lo toleraban ahora, lo renegarían por completo si supieran las cosas que él sentía por ella (una hija de magos). Traidor de la sangre, lo llamarían. Miró los ojos de Lily y supo que algún día tendría que decirle todo sobre eso, si planeaba estar con ella por el resto de su vida como él lo hacía, pero ese día no sería hoy.
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Los Merodeadores: Primer Año
RandomLunático. Colagusano. Canuto. Cornamenta. Sus aventuras fueron leyenda en Hogwarts. Pero también hay historias no contadas, historias que sólo ellos conocen. Acompáñalos y descubre la verdadera historia de Los Merodeadores de Hogwarts. ...