Un pánico creciente comenzó a apoderarse de Lucius Malfoy mientras Alastor Moody y Albus Dumbledore lo guiaban a través del castillo hacia la oficina de Moody en el corredor de Defensa. Derek Bell caminaba a su lado, su rostro lleno de ira. A pesar de que Lucius había conseguido mantener la compostura en el exterior, cuidadosamente manteniendo su expresión facial en completo control como para esconder la urgencia en su interior, estaba extremadamente aterrado. La forma en la que su brazo había quemado su piel había sido mucho más severo que las otras veces y estaba seguro de que había una terrible razón para justificar el nivel de enojo que el Señor Tenebroso estaba sintiendo. ¿Qué podía haber causado un enojo con tanta intensidad, se preguntó Lucius, y podría el Señor Tenebroso perdonarlo por no correr inmediatamente hacia el espejo para contestar su llamado cuando sintió la quemadura de la marca? Tenía que responder al llamado, y dejó que él pánico sacara lo mejor de sí: Atacar a ese idiota, Bilius Weasley, había sido una gran estupidez. No debió haberlo hecho, pero ya era muy tarde, y podía presentir por la expresión de molestia en el rostro de Derek Bell y las miradas firmes del director y el profesor que no iba a salir de esa charla tan fácilmente.
-Entren, los dos –gruñó Moody, abriendo la puerta de su oficina con un empujón. Observó como Derek y Lucius entraban e hizo seña con mucha más gracia a Dumbledore para que entrara antes que él. La espaciosa oficina estaba oscura cuando entraron, pero con un pequeño movimiento de su varita, Dumbledore encendió las antorchas a sus alrededores y pronto, todo el espacio brillaba con una suave luz naranja. Moody agitó bruscamente su varita y dos sillas aparecieron chocando por detrás con los estudiantes, sentándolos de tal manera que Moody pudiese inclinarse amenazadoramente sobre ellos. Bajó la mirada hacia ambos con su ojo bueno; el parche de su otro ojo era un constante recordatorio de que Moody tenía experiencia con las artes oscuras y peleando con sus practicantes.
-Explíquense –ordenó él.
-Malfoy atacó a Bilius Weasley –dijo Derek rápidamente, su tono vivaz. Miró a Lucius con acusación en sus ojos y un gesto de desprecio en su boca, luego volvió a mirar a Moody- Así que hice el encantamiento colloshoo para evitar que escapara antes de que lo descubrieran. Estaba tratando de abandonar la escena –explicó él.
Moody miró a Malfoy, esperando que negara la acusación, pero Malfoy mantuvo su rostro perfectamente serio.
Lucius temía hablar y romperse, liberando su nerviosismo y, ¿para qué? No pretendía decirle a Moody y Dumbledore que el Señor Tenebroso lo esperaba para comunicarse con él por medio de su espejo encantado, ¿o sí?
-Nada de tu parte, ¿eh? –gruñó Moody, fulminando a Malfoy con la mirada. Posó su ojo en Dumbledore.
-Señor Malfoy, ¿niega usted haber atacado al señor Weasley? –preguntó Dumbledore gentilmente, sin acusación en su voz.
Lentamente, Lucius negó con la cabeza.
-Lo atacó cuando estaba de espalda, ni más ni menos –añadió Derek.
Dumbledore alzó su mano para evitar que Derek continuara. Miró directamente al rostro de Malfoy con una expresión de análisis. Sus ojos se movieron sobre los de Malfoy como si estuviera dentro de la mente de Lucius y echando un vistazo alrededor.
-Saliste el Gran Comedor con gran apuro –dijo lentamente- ¿Hay algo que necesites decirnos sobre lo que pudo haber... ocasionado... el ataque?
Lucius se sintió irritado por la presencia de Dumbledore. ¡Como si al viejo bufón le importara un comino lo que le sucedía! Él sabía que Dumbledore estaba consciente de que su padre, Abraxus Malfoy, era cercano al Señor Tenebroso, y como consecuencia probablemente asumía que Lucius también lo era. Seguramente Dumbledore no era tan estúpido como para creer que Lucius iba a revelarle los secretos del Señor Tenebroso al director. La rabia que sintió contra Dumbledore le permitió tragarse un poco los nervios sobre entrar en contacto con el Señor Tenebroso y tranquilizó su voz para decir, en voz baja:
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Los Merodeadores: Primer Año
RandomLunático. Colagusano. Canuto. Cornamenta. Sus aventuras fueron leyenda en Hogwarts. Pero también hay historias no contadas, historias que sólo ellos conocen. Acompáñalos y descubre la verdadera historia de Los Merodeadores de Hogwarts. ...