El Estornudo

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-No fue gracioso –dijo Lily en el momento en que atravesó el agujero del retrato y encontró a Peter, Sirius, Remus y James en la sala común. James y Sirius estaban sentados en el suelo con Peter, enseñándole como hacer el hechizo sellador que hicieron con el avión de papel. Remus estaba instalado en un escritorio con su libro abierto, listo para estudiar. Lily posó sus manos en sus caderas al mismo tiempo que Sirius y James alzaban la vista.

James sonrió de esa forma encantadora como solía hacerlo.

-Oh, vamos, Evans –dijo James arrastrando las palabras- Fue sólo una broma, Y realmente necesito algo de ayuda con esa opción, y le dije a Sirius... ¿O no, amigo?... "¿Quien mejor para enseñarme que Lily Evans?" Y ahí estabas tú, justo frente a mí. Además, estar atrapada en la trampa grasosa de Quejicus... Eso es realmente preocupante, ¿sabes? Has visto las fotos de los patos y los peces y lo que sea, ¿cierto? ¿No te enseñan esas cosas en las escuelas muggles? –Sonrió con malicia- Sólo me preocupo por tu seguridad.

Lily estaba molesta, pero aún así tuvo que pelear con todas su fuerzas para retener ese impulso de reírse por las ridiculeces que él estaba diciendo. Lo fulminó con la mirada, contando hasta diez mentalmente para calmarse. Cuando estuvo segura de que la risa no se escaparía de su boca, entonces la abrió y dijo:

-James Potter, eres absolutamente horrible y espero que repruebes esa clase –alzó su mentón y caminó con paso firme hacia las escaleras que llevaban a los dormitorios.

Incluso desde su habitación pudo escuchar la risa de Sirius Black y a James Potter gritando estúpidas y vacías disculpas. Se lanzó boca arriba a su cama y rodó los ojos ante el sonido.

Un poco más tarde se escuchó un sonido en la puerta y Lily se sentó.

-¿Sí? –llamó.

La puerta se abrió y ahí estaba Alice Bell, una ceja alzaba y una expresión divertida en su rostro.

-Lily Evans, ¿Qué le has hecho a ese chico? –Por detrás de Alice se escuchó un chillido, mitad canto y mitad grito de una interpretación de alguna canción boba de los Broomstick Boys y Lily golpeó su frente con la palma de su mano- Remus Lupin dice que ha estado haciendo eso toda la tarde.

Lily le contó a Alice los eventos que habían llevado a James Potter a actuar como un completo idiota en la sala común, todo eso mientras su voz se escuchaba desde abajo, acompañándose de ver en cuando con una armonía de Sirius Black, quien parecía unírsele sólo en las mejores líneas.

-Debes ir abajo y perdonarlo –dijo Alice.

-Él es el tiene que irse de ahí –replicó Lily.

Alice negó con la cabeza. –No suena como un chico que se está yendo, Lily –dijo.

Pero Lily se rehusó, así que Alice se fue a su propio dormitorio y, eventualmente, James se rindió y el silencio reinó en la sala común y Lily suspiró con alivio. Se dio la vuelta y tomó sus libros de su mochila al lado de la cama y comenzó a trabajar en su tarea. Sin embargo, no había adelantado mucho cuando escuchó un sonido proveniente de la sala común.

Curiosa, Lily dejó a un lado sus libros y salió de la cama. Bajó las escaleras hasta la sala común... pero no vio a nadie ahí. Sus cejas se juntaron, y se dio la vuelta para volver a su dormitorio cuando escuchó un estornudo a sus espaldas. Se dio la vuelta de nuevo y caminó hacia la oscuridad.

-¿Quién está ahí? –demandó, mirando alrededor.

Pero nadie respondió.

-Sé que hay alguien ahí, ¡te escuché estornudar! –dijo ella, acercándose más- Es más de media noche, ¿sabes? ¡Podrías meterte en muchísimos problemas por estar fuera de tu dormitorio! ¡Harás que Gryffindor pierda puntos!

Los Merodeadores: Primer AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora