-Así que, ¿Qué tan lejos llegaron con el mapa la otra noche? –preguntó Remus cuando los cuatro chicos recolectaban sus cosas la mañana siguiente, preparándose para bajar a desayunar antes de clase. Estaba tirando plumas y tinta a su mochila.
-Añadimos unas escaleras –contestó James- Después fuimos interrumpidos por Dumbledore y decidimos volver a la sala común.
Remus se pausó, un escalofrío recorriéndolo.
-¿Por Dumbledore? –Preguntó, los nervios comenzando a aumentar bajo su piel- ¿Qué diablos estaba haciendo Dumbledore a esa hora? –Remus trató de reír, pero no pudo.
Sirius observó a Remus de cerca, llenando su propia mochila con sus implementos.
-Que se yo –contestó James- nos escondimos en un salón de clases. No pudimos oír ni ver nada desde allí.
Remus suspiró en alivio. Sabía perfectamente bien, claro, lo que Dumbledore estaba haciendo y por un instante temió que su cubierta había sido arruinada. Tomó su varita de su mesa de noche.
-Bueno –dijo Sirius, manteniendo sus ojos cuidadosamente lejos de los de Remus- Yo no estaba tan escondido.
-Es cierto –dijo James, agachándose para atar las cintas de sus zapatos.- Olvidé que no conseguiste llegar. ¿No escuchaste nada?
El estomago de Remus respingó varias veces.
Sirius levantó la mirada y se encontró con los ojos de Remus por un tenso momento.
-Ni una cosa –se encogió de hombros- Tal vez Dumbledore solo quería un paseo. Bajo la luz de la luna.
Remus sintió que iba a vomitar.
-Llegaremos tarde –advirtió Peter. Estaba de pie en la escalera fuera de la habitación.
-Ya vamos, ya vamos –exclamó James, saltando y corriendo fuera de la habitación mientras colgaba su mochila sobre su cabeza.
Sirius se dio la vuelta, rompiendo el contacto visual con Remus, y se apresuró en seguir a James, saltando por el barandal y deslizándose para vencerlo en la bajada. Remus se movió lentamente, rígido, su estomago hecho un nudo.
-¿Estás bien? –Preguntó Peter- Te ves pálido.
-Sólo algo mareado –respondió Remus.
¿Sirius sabía? Se preguntó, ¿o estaba perdiendo la cabeza? No sabía confirmar lo que Sirius sabia o no sabía sin preguntarle directamente y estaba asustado de preguntar porque, si Sirius no sabía, preguntando sería una forma segura de ayudarlo a descubrirlo. Pero, ¿por qué otra cosa haría un contacto visual tan significativo? O decir eso de la luz sobre la luna.
Remus estaba inquieto y nervioso como resultado, por lo cual estaba aturdido cuando una chica de segundo año de Slytherin lo tomó del hombro durante el desayuno y apuntó un sobre a su cara.
-Del profesor Slughorn –dijo fríamente antes de irse sin más explicación.
-¿Qué es eso? –preguntó James con la boca llena de tostadas rellenas de mantequilla y jamón.
-No sé –respondió Remus, abriendo el sobre. Miró al otro lado de la mesa y notó que Lily tenía un sobre idéntico- Debe ser algo sobre el Club Slug –dijo sin ganas.
Ciertamente, dentro había una invitación para una fiesta de navidad en la oficina del profesor Slughorn, establecida para el próximo mes, justo antes de las vacaciones. La invitación describía una atmosfera social, en el cual estaba permitido invitar a alguien. Suspiró y tiró la carta y el sobre en su mochila.
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Los Merodeadores: Primer Año
RandomLunático. Colagusano. Canuto. Cornamenta. Sus aventuras fueron leyenda en Hogwarts. Pero también hay historias no contadas, historias que sólo ellos conocen. Acompáñalos y descubre la verdadera historia de Los Merodeadores de Hogwarts. ...