La Oreja Abierta de Lily

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Lily estaba varios escalones más bajos de las escaleras rotatorias (pudo haber llegado mucho antes al Gran Comedor si no fuese porque las escaleras pensaban que era divertido dar varias vueltas, haciendo que varios estudiantes de Ravenclaw vomitaran al bajar) cuando Sirius la alcanzó y la tomó por el codo.

-Lily –llamó él, con su respiración entrecortada por haber corrido todo el camino desde la sala común de Gryffindor- Necesitamos hablar.

-No tengo nada que decirle a ningún ladrón –respondió ella secamente, sacudiendo su codo fuera del agarre de Sirius- Se merecen el castigo que Dumbledore les haya dado por lo que hicieron.

Sirius corrió para ponerse frente a ella y bloqueó su camino, estirando sus brazos y piernas para bloquearle tanto espacio como le fuera posible.

-Lily, por favor. Por favor –dijo con urgencia, apresurándose en atraparla cuando ella intentó escabullirse por debajo de su brazo- No es Dumbledore quien me castigará si hablas.

Lily lo fulminó con la mirada.

-Claro que va a castigarte...

-No. ¡El Señor Tenebroso lo hará, Lily, no Dumbledore! –la voz de Sirius era un susurro desesperado. Miró alrededor y vio a un par de estudiantes de Ravenclaw caminando en su dirección, así que rápidamente la tomó de la mano y Lily, en estado de shock por las palabras que él acababa de decirle, le permitió llevarla hasta un salón de clases vacío cercano a ellos. Sirius la miró implorante- Tú no entiendes lo que está sucediendo, pero hay mucho más que un simple espejo, ¿correcto?

-Entiendo lo suficiente –dijo ella con aires de superioridad- No soy una tonta, ¿sabes?

Sirius negó con la cabeza.

-Eres de todo menos tonta, y no fue mi intención que sonara así. Sólo digo que hay muchas cosas que no te hemos dicho y que son importantes para entender por qué robamos ese espejo y por qué no podemos decirle a Dumbledore ahora, incluso cuando ese era nuestro plan original –se aclaró la garganta- Pero Lily, tienes que jurar que no le dirás a nadie.

Lily lo consideró por un momento. Miró fijamente a Sirius y su cara de súplica. Era una muy buena cara, una a la cual era difícil negársele, y ella tenía curiosidad, después de todo, de saber exactamente que tramaban los chicos de Gryffindor con los que ella había sido seleccionada por el Sombrero Seleccionador. Aparte de James Potter, ella particularmente no encontraba desagradable a ninguno de ellos... y Lucius Malfoy parecía ser algo muy alejado a una buena persona... Todas esas cosas combinadas eran un desastre en su cabeza.

-¿Y qué si me cuentas y es una razón estúpida?

Sirius lo dudó.

-No es una razón estúpida.

-Entonces no te importará decirme que si lo es, le puedo decir a Dumbledore –dijo Lily.

-Está bien –dijo Sirius- Pero no lo es.

-Entonces adelante –persistió ella- Dímelo.

Sirius tomó una respiración profunda.

-Lucius Malfoy está trabajando para el Señor Tenebroso.

Lily bufó y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Claro, para nada estúpida esa razón...

Sirius la sujetó de nuevo.

-¡Déjame terminar! –Lily se detuvo y se cruzó de brazos- Lucius Malfoy está trabajando para el Señor Tenebroso. Remus lo vio, y Bilius descubrió que él había puesto al profesor Tutman bajo el maleficio imperius. Fuimos a las mazmorras de Slytherin para investigar y vimos a Malfoy hablando con Quien Tu Sabes en un espejo encantado en el baño de prefectos de Slytherin. Fuimos atrapados por Filch y Dumbledore, y le contamos a Dumbledore todo lo que vimos y dijo que estaría vigilando a Malfoy. ¡Justo al día siguiente, Tutman desapareció misteriosamente de Hogwarts y Malfoy alardeó frente a nosotros que fue él quien echó a Tutman para protegerse a si mismo! Luego apareció Moody y ha estado investigando todo esto también, pero luego Malfoy movió el espejo del baño de prefectos, ¡y Moody pensó que estábamos locos, ya que él no pudo encontrarlo! Luego descubrimos que Malfoy debió haber movido el espejo sólo para probarle a Moody y Dumbledore que estábamos inventando todo, y teníamos que conseguir ese espejo. Así que se lo robamos a Lucius Malfoy.

Los Merodeadores: Primer AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora