-¿Qué?
-Nada –respondió James, volviendo a mirar a su crema de avena rápidamente.
Era el último día libre que los estudiantes tenían antes de comenzar las clases y estaban todos en el Gran Comedor temprano en la mañana, todos de vuelta por sus viajes a casa para navidad.
Remus estaba sentado frente a James y Sirius en la mesa de Gryffindor, comiendo hambriento cuando alzó la mirada para encontrar a James mirándolo fijamente con una expresión rara en su rostro.
-No, enserio, James. ¿Qué pasa? –preguntó Remus.
James negó con la cabeza y volvió a mirar a su crema de avena una vez más.
-Probablemente está cansado por el tren de regreso –dijo Sirius, bostezando sólo para darle más peso a su punto- Es un largo viaje desde Londres. Al menos yo no dormí muy bien, sentía que aún estaba en el tren, casi podía sentir el traqueteo de las ruedas en mi cama mientras intentaba dormir.
James asintió –Es cierto –dijo, bostezando también.
-Más bien por estar despiertos la mitad de la noche –murmuró Peter, quien estaba muy molesto consigo mismo por haberse quedado dormido antes de que los chicos que hubieran ido a hacer sus cosas. Él había querido probarles que era tan divertido como ellos. Él había querido mostrarles que podía estar a su nivel y ser un buen compañero con el cual hacer planes secretos y hacer lo que sea que ellos estuviesen haciendo juntos a media noche.
Remus meditó y bajó su cucharilla, tomando su vaso de jugo de calabaza y apartando la vista, sus ojos viajando por los otros en el Gran Comedor. La mesa de profesores estaba poblada con las personas de siempre, pero sus ojos fueron directo hacia Tutman, quien estaba sentado en su puesto, mirando fijamente su plato, luciendo un poco más flaco de lo que lucía usualmente, sus finas túnicas arrugadas. Ceñudo, Remus se volteó hacia sus tres amigos.
-James –dijo- ¿Recibiste la carta que te envié en vacaciones?
James alzó la vista de su plato, y su cara fue una mezcla de ansiosa emoción y la mirada extraña que le había estado lanzando a Remus toda la mañana. Finalmente, ganó la emoción.
-Sí –respondió, mirando sobre su hombro a la mesa de profesores- Entonces, ¿descubriste lo que tramaba Tutman?
Remus negó con la cabeza.
-¿Lo que tramaba? –preguntaron Sirius y Peter al mismo tiempo.
Dándose cuenta de que ellos aún no sabían la historia, Remus, en voz baja, le contó a Sirius y Peter cómo había visto a Tutman escabullirse en las mazmorras y cómo Lucius Malfoy y Severus Snape habían chocado con él y atrapado tratando de descubrir lo que Tutman estaba haciendo.
-Eso no es bueno –murmuró Sirius- Para nada bueno...
-¿Tal vez sólo quería ir al baño en privado? –sugirió Peter.
-Te lo estoy diciendo, algo extraño estaba pasando, algo que no querían que yo presenciara y ahora mira a Tutman. Está enfermo o algo. Se ve inquieto y asustado –Remus señaló con su mano a la mesa de profesores.
Sirius sostenía su cuchara mientras hablaba, sacudiéndola en el aire, enviando pequeñas pizcas de crema de avena en todas las direcciones.
-Mi madre y padre dijeron en agosto, cuando aún me hablaban, que el Señor Tenebroso tenía a alguien de los suyos en la escuela... Así que... Así que si Tutman se está escabullendo entre las mazmorras... -hizo una mueca.
Los ojos de James se abrieron como platos.
-¿Tutman? ¿Trabajando para el Señor Tenebroso?
-Podría ser –dijo Sirius dramáticamente.
ESTÁS LEYENDO
Los Merodeadores: Primer Año
De TodoLunático. Colagusano. Canuto. Cornamenta. Sus aventuras fueron leyenda en Hogwarts. Pero también hay historias no contadas, historias que sólo ellos conocen. Acompáñalos y descubre la verdadera historia de Los Merodeadores de Hogwarts. ...