Los Merodeadores: Primer Año

Políticas Locas

El profesor Adom Tutman tenía rasgos definidos y vestía largas túnicas de tela gruesa y rugosa. Tenía pendientes dorados en las orejas y cejas oscuras y pobladas que parecían profundizarse en su rostro pálido como orugas rizadas. Se plantó frente a la clase, brazos cruzados sobre su pecho mientras los veía entrar y tomar asiento con cuestionantes y brillantes ojos verdes. Se había escuchado hablar un poco en el Gran Comedor sobre el profesor Tutman. Aparentemente, era su primer año enseñando en Hogwarts. Había sido contratado luego de que el último profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras había renunciado sin previo aviso al final del año pasado. De hecho, de acuerdo con Bilius, había tenido diferentes profesores de Defensa Contra las Artes Oscuras cada año que había estudiado en Hogwarts, y había escuchado que llevaba más tiempo de ese modo, incluso desde 1950.

-Dicen que el puesto está maldito –susurró para la mesa de Gryffindor. Pero Adom Tutman parecía como si no sólo pudiese continuar contra una maldición, sino que ganaría contra incluso la maldición más poderosa.

Sus ojos se movieron sobre cada uno de ellos y volvieron a mirar a su listado.

-Una clase pequeña –murmuró. Tenía un acento que no pudieron identificar.

-Nos falta uno –dijo Sirius- Está enfermo, en la enfermería.

-Ya veo –asintió el profesor Tutman, sus dedos en el listado- Bueno, si ya están todos, comencemos.

Sacó una larga varita con apariencia de oro de una pequeña y extraña pistolera de su bolsillo y la sacudió con dirección a la puerta, cerrándola, y se volteó a sus estudiantes. Una gran pizarra se posaba tras su escritorio, sacudió su varita de nuevo y un pedazo de tiza saltó del escritorio y comenzó a escribir notas en la pizarra con blancas y polvorientas letras.

-La Artes Oscuras es lo que llamamos magia de una naturaleza negativa, la cosa que se utilizaría contra ustedes por un mago oscuro. El propósito de aprender teoría sobre magia de defensa es que te protege contra los ataques que debas enfrentar. Al nivel de esta clase, aprenderemos simples tácticas de desarme, aturdidores, y otras formas de detener al oponente en un duelo.

En la pizarra se habían escrito varios hechizos y sus propósitos. Todos comenzaron a copiar lo que decía, murmurando los hechizos en voz baja. Expeliarmus, stupefy, protego, protego maxima, salvio hexia, revilio incantatum, encantamiento revelio, homenum revelio. Era una lista bastante larga; el propósito de la mayoría de los hechizos era crear un escudo que proteja de la magia oscura, variando del grado de peligro en pequeñas o grandes aéreas y los diferentes niveles de habilidad. El profesor Tutman asentía y paseaba al mismo tiempo que escuchaba el sonido de las plumas contra los pergaminos.

-Nunca se sabe cuando se necesitarán estos hechizos –dijo- Nunca se sabe cuando puedas ser atacado. La idea es estar siempre atento, siempre listo, siempre capaz de protegerte del peligro... Porque el peligro está ahí afuera y se hace cada vez más fuerte.

Sirius y James se miraron entre ellos.

-¿A que creen que se refería con eso de "hacerse cada vez más fuerte"? –preguntó James un par de horas después, cuando los cuatro chicos de Gryffindor se encaminaban al Gran Comedor para el almuerzo después de que la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras había acabado.

Lily, quien estaba lo suficientemente cerca como para escuchar la pregunta, se detuvo y se giró. –Dumbledore lo dijo al inicio del año, ¿o no? –dijo ella. –Hay problemas con algunas políticas locas y, yo no sé sobre el mundo mágico porque yo no fui criada como ustedes, pero, en el mundo muggle, políticas locas significa malos líderes. Puede surgir una guerra. Obviamente, el profesor Tutman tiene instrucciones de instruirnos con maneras de protegernos nosotros mismos en caso de que la situación política empeore.