Los Merodeadores: Primer Año

Doble Pociones

James Potter se convirtió instantáneamente en una celebridad por el espectáculo que dio en las clases de vuelo. La historia de cómo atrapó la goma de mascar (no una, sino dos veces) se esparció como fuego luego de que Madame Hooch le contó al capitán del equipo de Gryffindor, quien no tardó en contarle al resto del equipo durante la cena, donde los Ravenclaws escucharon y hablaron de eso en su mesa, desde donde los Hufflepuff podían escuchar, por donde los Slytherin escucharon... Para el momento en el que James, Sirius, Remus y Peter llegaron del Gran Comedor era noche, la mitad de la casa de Gryffindor se encontraba en la sala común esperando para preguntarle al pequeño grupo de primer año detalles sobre la atrapada.

Incluso Alice Bell le preguntó a Lily con ojos abiertos con emoción si era cierto que James Potter había capturado una bola de goma de mascar en el aire.

-Era una bola roja – dijo Lily con pesadez- No fue tan sorprendente.

A la mañana siguiente cuando los de primer año bajaron a desayunar, cargando con sus calderos y sus ingredientes para pociones, todos en la escuela chocaban los cinco con James o susurraban sobre James cuando pasaban frente a él.

-¿Dónde aprendiste a volar así, Potter?

-¡Increíble!

-¿Es cierto que tienes una Nimbus en casa?

-¡Tal vez por fin podamos vencer a Slytherin en la Copa de las Casa cuando puedas jugar!

-¿Harás las pruebas para entrar en el equipo de Gryffindor el año entrante?

-Como si tu cabeza necesitara inflarse más –ese último vino de Remus cuando los cinco chicos de primer año llegaron al Gran Comedor y Lily se separó de los cuatro chicos para sentarse con el grupo de chicas de segundo año.

James se carcajeó. –Te lo dije: No es ego si es cierto. Y ya he probado que es cierto, ¿o no lo hice? –se fanfarroneó en el camino a la mesa de Gryffindor delante de sus amigos, deleitándose por la forma en la que todo el Comedor (o al menos todos menos la mesa de Slytherin) lo miraban con sorpresa y fascinación. Los de Slytherin lo ignoraban o lanzándole miradas de amenazadoras. Severus Snape era uno de los que miraba amenazadoramente, sentado en la mesa del otro lado de la habitación con un pedazo de tocino a medio camino de su boca, sus ojos siguiendo a James con algo de odio.

Una vez que terminaron sus desayunos, era hora de ir a Pociones y los Gryffindors de primer año caminaron junto a los Slytherins de primero abajo hacia las mazmorras donde estaba el salón de Pociones. Doblaron en un salón justo al final del pasillo por las escaleras donde Lily y Snape se habían sentado a hablar y se encontraron sentados en un salón de clases alumbrado por varias antorchas en las paredes, cada escritorio acompañado con tablas para cortar y pequeños mecheros para calentar los calderos. James y Sirius se sentaron uno junto a otro mientras que Remus y Peter tomaron otro escritorio. Lily se sentó sola en el escritorio del frente. Luego, Severus apareció a su lado y, sonriendo, tomó asiento junto a ella.

El profesor Horace Slughorn era un hombre gordo que le recordó a James a lo que su nombre en inglés significaba: una gran babosa (slug). Caminó hasta el frente del salón y se sentó en una silla de felpa verde de terciopelo frente al escritorio del profesor y sonrió a los estudiantes mientras ellos colocaban sus calderos y las cajas de sus ingredientes en los escritorios y se sentaban.

-Buenos días a todos –dio el profesor Slughorn, cortando el murmullo de voces. Sonrió cuando el silencio reinó en la mazmorra- Puedo notar que todos estamos muy emocionados por aprender el arte de la preparación de pociones... Pero claro que lo están, ¡es un arte muy emocionante! Mucho más sutil que las chispas rojas y verdes que crean en clases como Encantamientos y Transformaciones, mucho más poético –los ojos de Slughorn pasearon por la clase- aprenderán cosas increíbles en esta clase a través de los años que requerirá tomarla para presentar sus T.I.M.O.S y, espero, que la disfrutarán tanto que tal vez continuarán hasta el año de sus E.X.T.A.S.I.S.