La poción de la risa de James duró hasta que los chicos se estaban dirigiendo fuera del castillo para su primera clase de Herbología en los invernaderos del otro lado del terreno. Estaban en la puerta de la entrada, Peter ya dos pasos fuera de la escuela, cuando la profesora McGonagall llamó a Remus: -¡Señor Lupin! –todos los chicos se detuvieron, pero Remus hizo ademán a los otros tres para que continuaran y se volteó a ver que quería la profesora. Ella se acercó rápidamente y dijo: -El profesor Dumbledore requiere un momento para hablar con usted en su oficina antes de que vaya a su próxima clase. Dice que es urgente.
Remus asintió y siguió a la profesora McGonagall escaleras arriba y por varios pasillos hasta que finalmente alcanzaron la gárgola de piedra donde Remus se había reunido con el director más temprano esa semana.
-La Mejor Goma de Mascar de Drooble –dijo la profesora McGonagall y la gárgola brincó a un lado para revelar un arco de piedra con una escalera de espiral más allá- Suba, Señor Lupin. Sólo toque la puerta cuando llegue y el director le dejará entrar.
-¿No vendrá conmigo? –preguntó Remus mientras caminaba dentro.
-El profesor Dumbledore solicitó unas palabras a solas –explicó y dio dos pasos atrás. La gárgola volvió a su sitio.
Remus levantó la vista a las escaleras en espiral. Parecían subir para siempre. Parecía un viaje horriblemente largo para que un anciano como Dumbledore tuviese que subir tantas escaleras. Pero en el momento en el que Remus dio un paso sobre las escaleras, descubrió que éstas mágicamente cobraron vida y las escaleras empezaron a subir, llevándolo sin una pizca de esfuerzo de su parte. Él sólo miraba hacia arriba, observando como el suelo arriba de él se iba acercando cada vez más... En lo más alto, caminó hacia el suelo y las escaleras se paralizaron detrás de él.
No había demasiado en ese piso. Había una gran puerta de madera frente a él, con un tapete en el suelo de piedra justo frente a la puerta y una sombrilla morada con estrellas doradas recostada contra la pared al lado de un par de botas para la lluvia amarillas. Remus caminó hacia la puerta y dudó, luego alzó su puño, el cual se veía demasiado pequeño en comparación, y tocó la puerta.
Por un momento, no hubo más nada que silencio, y Remus había empezado a alzar su puño para tocar otra vez cuando la puerta se abrió para revelar a Albus Dumbledore.
-Bienvenido –lo saludó, invitándolo a pasar.
La oficina estaba claramente iluminada por la luz del sol de la tarde colándose a través de la ventana, dejando un cómodo y cálido ambiente. Un pájaro de plumas rojas y doradas se posaba en un paral frente a la ventana. Remus lo reconoció como un fénix gracias a su copia de Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos. Había un pesado escritorio de caoba y detrás de este estaba una pared llena de retratos de antiguos directores con marcos decorados y pequeñas platinas con sus nombres y las fechas de su servicio en Hogwarts. Dumbledore sonreía gentilmente, dándole a Remus unos minutos para inspeccionar algunos de sus instrumentos de plata adornando las estanterías y luego dijo:
-Hoy es noche de luna llena.
Remus lo miró con sorpresa. Nunca se le había olvidado una noche de luna llena antes, pero había estado tan atrapado con sus nuevos amigos y clases que lo había hecho esta vez.
-Entiendo –dijo Dumbledore, sus ojos brillantes- Hay tantas cosas nuevas por experimentar que el tiempo ha pasado sin que te des cuenta. Sin embargo, debo pedirte que vayas a la casa de los gritos por la seguridad de tus nuevos amigos, Remus, y que vuelvas una vez que te hayas recuperado del cambio. He hecho que alguno de los elfos domésticos te enviara la cena a la casa –se sentó en una elegante silla detrás del escritorio, indicando a Remus a sentarse en la silla opuesta a él. Remus se sentó- Lamento mucho que el ciclo esté tan cerca del comienzo del año escolar, pero le he enviado una nota a la profesora Viridi dejándole saber que he sido yo quien te ha impedido ir a tu primera clase de Herbología y me temo que también es probable que pierdas tu primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras... pero si lo haces, también le informaré al profesor Tutman.
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Los Merodeadores: Primer Año
NezařaditelnéLunático. Colagusano. Canuto. Cornamenta. Sus aventuras fueron leyenda en Hogwarts. Pero también hay historias no contadas, historias que sólo ellos conocen. Acompáñalos y descubre la verdadera historia de Los Merodeadores de Hogwarts. ...