Todos los ángeles se reunieron en el castillo de Daishinkan sin aviso alguno. Habían escapado de sus rutinas para hacer algo que desde hace muchísimo tiempo no hacían "convivir"
Vados tuvo la genial idea de escabullirse con sus hermanos hacia el te...
Los cacha báculos estaban listos para recolectar más pistas, el almuerzo les había dado ánimos para continuar. Se dirigían a la habitación de Cuckatail, quien por lo que ellos sabían, seguía lavando platos.
Cuando entraron al cuarto de su hermano escucharon un ruido, como pisadas rápidas. Pero al revisar, no vieron a nadie.
- ¿escuchaste eso, verdad? - preguntó Whis.
- si Whis - respondió Cognac - creo que este cuarto está embrujado!
- salgamos de aquí - dijo Whis muy asustado - algo malo puede suceder!
- no hermano - respondió - recuerda que hay que buscar pistas...
- pero Cuckatail no parece ser el culpable!
- ¿acaso no prestaste atención a su actitud en el almuerzo? - preguntó Cognac.
- no tener apetito no tiene nada que ver con esconder báculos - aclaró Whis - ¿o me equivoco?
- puede que si... puede que no - respondió Cognac.
Se sentaron a platicar en la cama de Cuckatail, el cuarto no era el más organizado de todos, pero como no habían muchas cosas allí, no se veía desorganizado. La cama estaba hecha, el baño aseado, pero el escritorio era un desastre. A Cuckatail le gustaba mucho leer y escribir teorías por las noches cuando imperaba el silencio.
Charlaron al rededor de media hora, sin prisa. Ellos sabían que Cuckatail estaba demasiado ocupado peleando con Korn como para ir a su habitación.
Después de unos minutos se escuchó otro ruido.
- vamos Cognac! - dijo Whis con un hilo de voz - larguémonos ya!
- no hemos encontrado pistas Whis - aclaró - no podemos irnos sin ellas.
- muy bien - dijo Whis - serás Cuckatail y yo seré Cus... ¿listo?
- está bien - respondió. - Cus... princesa, ¿pero qué haces aquí?
- yo...yo - respondió Whis con una voz sumamente chillona - yo venía a hablar contigo.
- anda - respondió Cognac - dime Cus.
- Cus.
- hay gracias! - respondió Cognac riendo - Whis eres un tonto!
- en su defecto eso hubiera hecho ella - respondió sonriendo.
- tienes razón - dijo Cognac con una mano en la frente - aunque a pesar de que Cus sea una niña, su nivel de madurez se compara con el tuyo Whis.
- por favor! - respondió este - yo no tengo fotos de Cuckatail todas besadas en mi closet!
De la nada la puerta del closet de Cuckatail se abre de golpe.
- fueron ustedes! - se escuchó una voz femenina - ustedes entraron a mi cuarto!
- Cus! - se sobresaltaron - ¿qué haces aquí?
- no te importa Whis - respondió esta de mala gana - desordenaron todo!
- eso es mentira - respondió Cognac confiadamente.
- le diré a todos que desordenaron mi cuarto! - amenazó ella.
- nosotros les diremos lo de tus fotos Cus - respondió Cognac.
- si no dices nada, nosotros tampoco - negoció Whis.
- está bien! - respondió esta a regañadientes - pero espero que no hayan sido ustedes los que tomaron mi cepillo de dientes!
Ambos se miraron.
- te hicimos una pregunta Cus - recordó Cognac - ¿qué haces aquí?
- admítelo Cus - le obligó Whis.
- lo admito... - dijo ella con cara de perrito regañado - vine aquí por los globitos.
- ¿globitos? - preguntó Whis - ¿dónde?
Cus salió del closet y abrió una gaveta del escritorio.
- aquí - respondió ella mientras les mostraba muchos globos de diferentes colores y tamaños.
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- globitos!! - gritaron los 2 al unísono.
- son muchas pistas! - exclamó Whis.
- hay que llevarlos todos... - ordenó Cognac - apresúrate que Cuckatail puede aparecer en cualquier momento.
Mientras ellos estaban jugando con los globos la pequeña Cus había escapado del cuarto con un poco del perfume de Cuckatail en un frasco.
