Después de todo, te quiero

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- ¿qué ocurre Korn? - preguntó Carlos algo sorprendido por la actitud del ángel.

- señor "C" - dijo este - usted me prometió que yo iba a poder matar a Sour con mis propias manos!

- tienes razón - le entregó la pistola a Korn y se alejó un poco - creo que iré a recibir a los invitados - dijo algo nervioso - me muero por ver a Tini! - se fue de allí.

Cuando Carlos ya estaba lejos y no podía verlos más, Korn lanzó la pistola al río.

- ¿qué haces?! - se asombró Sour - ibas a matarme ¿no?

- en efecto - se acercó Korn - aunque pienso que matarte con una simple pistola le quitaría toda la gracia... pero ¿te digo algo?

- ¿qué? - lo miró fijamente.

- desde que papá te creó, siempre fui muy apegado a ti - suspiró - jugábamos juntos, entrenábamos juntos, hacíamos todo...juntos! eso, hasta que dominaste el Angel pride... desde ese momento todo cambió para mal. Las personas comenzaron a recalcarme que eras mejor que yo y bla bla bla. Comencé a odiarte... lo cual es muy irónico, pues no es tu culpa.

- ¿a qué te refieres con eso?

- a que tú jamás te vanagloriaste de ello, nunca me molestabas por ser o no ser mejor que yo, jamás te metiste conmigo por eso! eres muy humilde, Sour.

- ¿y entonces por qué quieres matarme?

- de querer, no quiero hacerlo... pero me lastima que la verdadera razón de mi colosal odio hacia ti, no fue tu culpa, fue de los demás - lo miró a los ojos - tú eres inocente, pero el multiverso corrompe mi imagen, hablando de la tuya. Y lamento decírtelo, pero si no te mato, nunca me reconocerán por ser quien soy, el más poderoso de los 12.

- Korn - dijo Sour sorprendido y asustado a la vez - te pediré un favor antes de morir... ¿si?

- ¿qué quieres?

- solo... hazlo rápido, no quiero que me duela - bajó la cabeza dándose por vencido.

- ¿sabes? - Korn se sentó al lado de su hermano - en realidad no sé si quiero hacerlo... porque, pasé buenos ratos contigo... ¿recuerdas aquel día que te suspendieron por haber encerrado a tu compañero en el baño? - sonrió un poco.

- ¿cómo olvidarlo? - dijo este nostálgico.

- lo que los profesores no supieron, fue que lo hiciste porque me estaba fastidiando - dijo un poco triste - recibiste un castigo, todo para defenderme... y la otra vez! cuando Marcarita estaba acosándome y accediste a que me escondiera en tu cuarto para que ella no me encontrara...

- y la vez que te llevé papel en el baño del centro comercial - comenzó a reír Sour y Korn se sonrojó.

- creí que lo habías olvidado! - movió la cabeza de manera negativa con una sonrisa - oh! nunca olvidaré cuando nos pusimos pañales de Cus y... esa chica - trató de recordar.

- ¿Frida?

- si! - sonrió - ella! escapábamos de ella junto a Cuckatail y Cognac...

- no olvides el día en que el abuelo me puso a lavarte como un auto - comenzó a reír suavemente y Korn lo imitó.

- en fin... - miró a Sour a los ojos - admito que pasé buenos ratos contigo... - lentamente comenzó a liberar a Sour del hechizo que lo paralizaba - eres mi amigo, Sour - dijo serio - y sé que si te mato ahora, voy a arrepentirme, estoy seguro de eso... así que - terminó de liberarlo - vete!

Sour se levantó con dificultad y Korn le ayudó a caminar hasta una de las bancas.

- oye... gracias - dijo sincero.

- no me agradezcas nada - dijo cínicamente - te mataré de todas maneras, pero no antes de dejar de ser bueno - le mostró la palma de su mano con una letra "C" pero que todavía estaba incompleta, lo que significaba que todavía no estaba hechizado del todo - ahora, aléjate antes de que esto termine... y aunque un hechizo me consuma, sabes que después de todo, te quiero - se teletransportó lejos de Sour.

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En la habitación de Danielle:

Marcarita, Vados y Cus estaban junto a la chica, estas se estaban preparando para estar listas cuando la boda diera comienzo, Danielle estaba terminando de arreglar el pelo de Cus.

- oye! - la regañó - deja de moverte o tu pelo quedará rosa por siempre!

- pero tú me lastimas! - intentó soltarse - auch!!! me vas a arrancar todo el pelo!!! - la empujó y Danielle le devolvió el empujón botándola de la silla.

- eso debió doler - comenzó a reír Marcarita.

- cállate! - Cus intentó golpearla pero esta la esquivó.

- ¿qué está sucediendo aquí?! - abrió la puerta Seth quien estaba un poco estresado - ¿podrían hacer silencio?!

- si abuelo - dijo Vados - me encargaré de ellas - sonrió y el abuelo se fue, cuando la puerta se cerró se puso a pelear también - ¿ya oyeron?! cállense!

- es Cus! - Dijeron Marcarita y Danielle a la vez.

- claro que no! - la niña tomó un delineador de cejas y comenzó a tratar de arruinar el maquillaje de las chicas, logró ponerle zancadilla a Danielle y la acorraló. Cus estaba apunto de arruinarle el maquillaje cuando la chica gritó.

- Cognac!!!!!!!

- ¿qué sucede? - apareció este instantáneamente.

- tu hermanita quería atacarme! - lo abrazó y este se sonrojó - haz algo!

- déjala - le dijo el chico a Cus.

- no - dijo la niña divertida.

- déjala!

- no!

- que la dejes! - comenzó a enojarse.

- claro que no! - lo fastidió.

- ya fue suficiente - se acercó a la niña - dame ese lápiz!

- uno: no es un lápiz, es un delineador y dos: no! - le sacó la lengua.

- ya me hartaste! - la acorraló poco a poco y se lo quitó, entonces comenzó a dibujar en la cara de Cus y le escribió "Cuckatail" en la frente y la niña al verlo se sonrojó y fingió estar enojada.

- Cognac! - lo empujó fuera del cuarto - este es un ambiente de chicas!!!

- Cus - Marcarita la miró seria - ¿qué tiene de malo que él esté aquí?

- si Cus - dijo el chico para fastidiarla - ¿qué tiene de malo?

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En el pasillo:

Mojito logró salir de la habitación con mucha dificultad, no podía estar de pie ya que sentía un dolor demasiado inmenso en el estómago. Como la luz estaba apagada, nadie podía verlo hasta que logró arrastrarse hasta la cocina dejando un largo rastro de sangre tras de si.

- Mojito! - se acercó Tobías preocupado - ¿pero qué te sucedió?! - lo ayudó a levantarse y lo llevó al sofá.

El ángel intentaba hablar pero no podía articular palabra alguna de lo débil que estaba. 

- te ayudaré - dijo Tobías y se transformó, acto seguido sanó a Mojito pero este cayó desmayado debido a que había perdido mucha sangre.

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En la sala de estar:

Campahri se encontraba tranquilamente leyendo un periódico sentado en el sofá y sintió que una presencia se sentó a su lado.

- ¿señor Carlos?

- ¿te molesta si te acompaño? - sonrió - Campahri...

Continuará...



12 ángeles, 1 problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora