- señor Seth - Tara fue rápidamente con él - dígame cómo abrir un hueco espacio - temporal... se lo suplico!
- claro, eres una genio! - se acomodó los lentes hablando en un tono muy bajo para que Carlos no pudiera escuchar nada - pero, es algo complicado de explicar... para comenzar necesitamos 4 ángeles.
- Awamo, Maurice, Tobías y yo - dijo segura.
- ¿yo qué?! - gritó Maurice desde donde estaba.
- hay no! - se fastidió Abby - ya dejen de interrumpir! los ángeles ancestrales cuando colonizaron este multiverso...
- y también un par de sandalias - siguió diciendo Seth.
- ¿de dónde vamos a sacar eso? - se puso a pensar.
- mis... Sardinas!! - dijo el señor Sidra entregándole las sandalias que se había ganado en la rifa de la fiesta de Hit, ya que había escuchado toda la conversación.
- muy bien - Seth asintió con la cabeza - ahora necesitamos una flauta dulce...
- ¿una trompeta no servirá? - preguntó Cuckatail - sé donde hay una...
- quizás sirva - el abuelo se alzó de hombros.
Cuckatail asintió y fue por la trompeta de Cognac, esa que tanto había fastidiado a todos por sonar de noche.
- arena para gatos - siguió diciendo lo que iban a necesitar.
Sidra fue con Liquir.
- tú te ganaste la arena en la rifa ¿no es así?
- ¿para qué? - se extrañó.
- solo dámela! - extendió la mano. Liquir sin decir nada le entregó la bolsa y Sidra la llevó rápidamente con Seth.
- y por último... el místico llavero de perrito - Seth buscó con la mirada y Cus corrió hacia él. Al principio no se lo quería dar pero al final accedió, era para salvar al multiverso después de todo.
- aquí tienes abuelito - se lo entregó en las manos - ojalá que esto de verdad funcione...
- funcionará, lo prometo - la miró a los ojos.
- ¿y si no funciona? - lo miró con mucho miedo.
- si no funciona, te prometo que iremos juntos allá arriba - miró al cielo con ojos llenos de nostalgia y melancolía.
- ¿me llevarás de la mano? - la niña comenzó a aceptar su destino.
- y nunca te soltaré - le sonrió dulcemente, como siempre lo había hecho.
La niña se sintió más tranquila al ver eso, le sonrió de la misma manera y luego fue a refugiarse al lado de Anat, por alguna razón se sentía protegida.
- muy bien - le dijo Seth a Tara - llama a los otros tres y diles que comenzaremos con la operación... es una especie de "ritual"
Tara hizo lo que le dijo.
- ok - comenzó el abuelo - tres de ustedes girarán haciendo un baile específico mientras que el otro tocará una melodía ancestral en la trompeta...
- yo puedo hacer eso! - Maurice la tomó - ¿cómo es la canción?
- es una canción llamada "how deep is your love" de los Bee Gees - le explicó - tienes que tratar de sacarla a oído, pues no sé las notas!
- está bien - comenzó a intentar tal y como dijo, para ser la primera vez que intentaba eso no le estaba saliendo tan mal.
- ahora ustedes harán el baile ritualístico - Seth comenzó a bailar y girar al rededor de Maurice y los otros tres lo imitaron sin renegar.
El abuelo comenzó a esparcir arena para gatos al rededor formando un círculo con esta. Fue cuestión de unos pocos segundos para que un portal comenzara a formarse. El problema es que Carlos se percató de eso y fue rápidamente a romper el círculo de arena.
- Korn! deja de pelear allá y ven a atacar a ellos! - le ordenó.
Al escuchar eso el ángel asintió con la cabeza y se aproximó a ellos. Maurice y Tobías tomaron sus combates mientras que Awamo fue lo más rápido que pudo a un área apartada llevándose a Martinu.
- Tini - la tomó de las manos - Tini...
- ¿qué sucede? - lo miró como si nada.
- ¿estás consciente de la clase de persona con la que estabas saliendo?!
- ¿Carlos? - se extrañó - él es bueno! - estaba completamente hechizada.
- no, no lo es - apretó una de sus manos - tú créeme a mi.
- ¿ y por qué me trajiste aquí? ¿qué acaso no ves que estás interrumpiendo mi boda?!
- no, no habrá ninguna boda hoy - la miró fijamente - jamás dejaría que te cases con un tipo tan bajo como él.
- ¿y por qué no?! ¿acaso te da celos?!
- no!... si! - se cruzó de brazos - pero no lo hago por eso... - se escuchaba sincero - tú puedes casarte, armar tu vida lejos de mi, todo lo que quieras y yo no haré nada, porque es tu vida y no tengo derecho a intervenir en ella... puedes romperme el corazón con quien se te de la gana, menos con Carlos!
- ¿y por qué no?!
- porque te amo maldita sea! - la tomó de las mejillas acercándose un poco a ella - y no me importa que tú no me ames a mi, lo único que quiero es que estés bien, y seas feliz con alguien que de verdad te quiera, no que te utilice...
Al escuchar eso la chica se quedó callada.
- Alguien a quien le encante verte recién levantada, quien te quiera aunque te fascine castigar, alguien de quien seas su prioridad... que piense en ti antes que en él mismo! - se acercó todavía más y la miró a los ojos seguro - alguien... como yo - dicho esto la besó con delicadeza en los labios. Sin saberlo la chica comenzó a corresponder y el hechizo a diluirse, así que una especie de hueco o portal comenzó a abrirse otra vez, y de ahí comenzaron a salir los 12 báculos disparados hacia todas direcciones. Todos miraban la escena asombrados, nunca se imaginaron que ella había sido la responsable de la desaparición de los susodichos.
- no!!! - Carlos logró tomar su varita y con toda su furia apuntó hacia Tini - me traicionaste!
- tú fuiste quien solo me utilizó - lo miró sin miedo.
- y veo que ya no me sirves para nada - le lanzó un hechizo que iba a impactarla directamente pero Seth lo notó y corrió en su dirección para protegerla. Recibió el impacto justo en el pecho haciendo que cayera al suelo de una forma dolorosa y sus lentes se quebraran por el impacto, pero antes de caer pudo tomar la mano de Cus y la apretó con fuerza.
Todos estaban completamente impactados, incluso Carlos.
- te esperaré allá hijita - dijo débilmente - y te llevaré de la mano al paraíso - dicho esto cerró los ojos con una expresión de tranquilidad y una pequeña sonrisa para luego simplemente dejar de respirar y perder el pulso poco a poco.
Continuará...
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12 ángeles, 1 problema
RandomTodos los ángeles se reunieron en el castillo de Daishinkan sin aviso alguno. Habían escapado de sus rutinas para hacer algo que desde hace muchísimo tiempo no hacían "convivir" Vados tuvo la genial idea de escabullirse con sus hermanos hacia el te...