12 ángeles, 1 problema

Peleas nocturnas

- ¿con que Vados está acargo? - sonrió Cognac cuando su abuelo se fue - eso suena a una catástrofe...

- ni se te ocurra comenzar con tus tonterías - suspiró ella - estar a cargo implica poder castigarte! - se cruzó de brazos.

- hay que miedo! - dijo Cognac sarcásticamente - Vados me va a castigar! eso si que me aterra! - rió.

- ya basta Cognac - Cuckatail le tapó la boca y este lo llevó a su cuarto.

- no tengo sueño - Cus encendió el televisor y Vados lo apagó - oye! - Cus lo volvió a encender y Vados lo desconectó - ¿qué te pasa?

- es hora de dormir - Vados la llevó a su cama - buenas noches Cus - le apagó la luz.

- Vados! - la niña frunció el ceño - no quiero dormir! - suspiró - cuéntame una historia.

Vados se sentó al lado de Cus y le contó un cuento.

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Sour estaba acostado en la grama del patio viendo las estrellas y escuchó una voz.

- hola Sour.

- ¿Korn? - se sorprendió y siguió contando las estrellas . 124006, 124007, 124008...

- oye hermano - Korn se sentó a su lado - jamás terminarás de contar estrellas... ¿lo sabes?

- 124017, 124018, 124019... - se desconcentró - Korn! me hiciste perder la cuenta!

- pues que mal! - rió y Sour suspiró.

- desde el inicio...1, 2, 3, 4, 5, 6...

- eres muy terco hermanito - rió Korn y Sour paró de contar.

- ¿y por qué tanto afán en encontrar un tema de conversación? - preguntó.

- es que estoy empezando a aceptar nuestro destino - cerró los ojos - las horas están contadas para que nuestro padre venga y si se entera de que perdimos los báculos nos va a matar - sonrió - así que vine a despedirme...

- yo aún no pierdo la esperanza - confesó Sour - sé que los báculos aparecerán...

- ¿y cómo estás tan seguro de eso? - preguntó Korn desafiante.

- tengo una corazonada...

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En el cuarto de Cognac:

- ya! - trataba de safarse de Cuckatail - déjame en paz!

- Cognac - dijo este - debes dormirte de una buena vez, son órdenes de Vados!

- ¿acaso te da miedo ella? - sonrió pícaramente.

- para ser sincero...si - se cruzó de brazos.

- Cuckatail! - Cognac suspiró - ¿qué te ocurre? - lo miró - has estado raro desde hace días. Ahora ya no me cuentas chistes obscenos!

- Cognac! - se sonrojó - eso quedó en el pasado!

- pero hermano - le dio un codazo - cuando eramos niños nos castigaban juntos, de adolescentes nos suspendían juntos, extraño cuando nos mentíamos en problemas...juntos!

- ¿y quién dice que no podemos hacerlo? - pensó Cuckatail y ambos sonrieron.

Cognac sacó su trompeta y Cuckatail su tuba.

- por los viejos tiempos hermano! - sonrió.

- por los viejos tiempos! - ellos comenzaron a tocar con mucho volumen y despertaron a todos en el castillo.