Día A Día Contigo

Verdad (primera parte)

2D susurró un par de palabras sin sentido, observando con vergüenza los ojos azules del novio de Noodle, el tipo sonriéndole como si comprendiera lo que acababa de decirle.

Él cerró la cajita, ocultando el anillo de compromiso que pensaba darle a la guitarrista, orgulloso, casi teniendo la certeza de la respuesta de ella.

- ¿C-c-crees que e-ese anillo le guste a Noodz?

- A pesar de todo, ella es de gustos sencillos. - Habló, las entrañas de Stuart revolviéndose de ira al escuchar al idiota, como si conociera a Noodle. - Ojalá diga que sí.

- ...- Internamente, el cantante deseaba que toda la propuesta fuese un fiasco y que terminaran tan mal que jamás volviesen a hablarse en la vida, sin embargo, algo en su interior lo hizo sentirse culpable, Noodle merecía ser feliz y él no era nadie para impedir esa felicidad.

- Quería hablar contigo sobre la propuesta, sé que es a ti a quien más quiere Noodle, ella siempre dice "Toochi esto, Toochi lo otro", por eso necesitaba que me dieras el visto bueno. - Stuart se mordió el labio inferior, asintiendo torpemente, tragándose las lágrimas que quería derramar y terminándose el licor que llenaba el vaso frente a él.

__________________________________________________________________

Encendió con los dedos temblorosos el cigarrillo que apretaba entre los labios, mirando el cielo despejado con tristeza, estirando las piernas por sobre el tejado.

- ¿Toochi? - Volteó la cabeza para ver el rostro de Noodle asomarse por un costado.

- Cariño. - Susurró, viendo cómo se encaramaba ágilmente y caminaba por el techo pareciendo un elegante gato. - ¿Qué haces aquí?

- Tendría que preguntarte lo mismo, es de noche y esta helando. - Se sentó al lado de 2D, mirándolo detenidamente.

- El cielo está despejado, se pueden ver las estrellas. - Contestó sin despegar los ojos de una estrella particularmente brillante.

- Supe que saliste con John.

- Sí. - Apenas soltó.

- ¿Qué te dijo?

- Nada importante. - Mintió, ella acercándosele y pasando un brazo por su cintura.

- ¿Enserio?

- Sí. - Ella le tomó una mejilla para obligarlo a mirarla a los ojos, Stuart gruñendo por lo bajo, hipnotizándose con el brillo que apenas podía distinguir en sus preciosas joyas verdes. - Noodz ¿te puedo hacer una pregunta?

- Claro.

- ¿T-tú a-amas a Jo-John? - Tartamudeó, queriendo conocer la respuesta, aunque esta le partiese el corazón.

Noodle se quedó pensativa unos segundos, pestañeando lentamente mientras pensaba en que contestar.

- Creo que hay cosas más importantes que estar absolutamente enamorada de mi novio.

- ¿Cómo cuáles?

- La seguridad que me puede brindar, la compañía, estabilidad. - Enumeró.

- ¿No lo amas?

- Lo quiero y mucho, el amor podrá llegar cuando convivamos más tiempo juntos. - Stuart le acarició la cabeza, peinándole los mechones con amor.

- ¿Ha-has estado enamorada al-alguna vez? - Noodle se mordió el labio, asintiendo lentamente.

- Fue algo de mi infancia, aunque duró varios años.

- ¿C-cómo?

- Lo conocí cuando apenas llegué con ustedes y me enamoré sin remedio, él era perfecto para mí y adoraba estar con él, sin embargo, ahora que lo pienso, yo era una especie de plaga que le apartaba de sus citas e intereses amorosos.

- ¿Q-q-qué pa-pasó?

- Nos separamos durante un tiempo y cuando volví a verlo supe que aún lo amaba. - Ella pasó la lengua por sus labios, Stuart aprovechando para secarle una lágrima que bajaba por su mejilla. - Comencé a decirle lo que sentía, a tratarlo de forma diferente, pero creo que él pensó que solo era amor de hermanos y no me tomó en cuenta.

- Noodz...

- ¡No sabes cuantas veces deseé que él simplemente me viese con amor! ¡Que levantara la cabeza y viera que yo era todo lo él deseaba! Al final comprendí que yo no era lo que él quería y me resigné, bajé los brazos, viéndolo pasar una y otra vez con una mujer diferente del brazo, murmurando que había encontrado el amor verdadero cada vez.

- ¿C-cómo sabes que j-jamás te quiso?

- Porque volví por él y ni siquiera lo notó, pero eso ya no tiene solución, ahora estoy con John y seré muy feliz con él.

- ¿C-c-cómo sa-sabes que él no te a-a-ama?

- ¿John? - Stuart negó fuertemente. - Oh, mi primer amor.

- Sí.

- Te lo dije, nunca fui de su gusto, lo asimilé hace bastante tiempo ya y eso es solo un bonito recuerdo.

- ¿Y si él t-te dijera que t-te ama?

- ¿No es un poco tarde? Además, ¿por qué iba a descubrir que me ama ahora? - Stuart le agarró el rostro, mirando sus ojos verdes directamente.

- Porque eres perfecta, princesa, ninguna mujer puede siquiera soñar a parecerse a ti y eso es increíble. - Vio como le temblaba el labio inferior, conteniéndose de besarla allí mismo. - Eres mi pequeño amor y nadie es digno de ti, en especial yo. - Apoyó su frente contra la de ella, su corazón latiendo tan fuerte que podía sentirlo en sus oídos, estando casi seguro de que ella también podía escucharlo. - Pero, aun así, yo...

- Toochi...- Cerró los ojos, aspirando su aroma, tomando sus labios en un beso delicado, temiendo que fuese un espejismo.

Fueron adquiriendo seguridad mientras sus labios luchaban por el control, sumando a sus lenguas y dientes, Stuart gimiendo con placer al separarse, negándose a tomar un respiro antes de volver a unirse, las manos de Noodle enredándose en su cuello, atrayéndolo.

- Noodle, amor, yo...- Ella abrió sus ojos desmesuradamente, dándose cuenta de lo había hecho, soltándolo y cubriéndose la boca con una mano, levantándose y observándolo aterrorizada. - Noodz...

No le dio tiempo para terminar lo que quería decir, pues huyó, caminando rápidamente por el techo para bajar y volver al interior de la casa, 2D paralizado en su lugar, tratando de entender lo que había pasado mientras escuchaba un portazo, estando seguro de que provenía de la habitación de su amor.

Miró el cigarro apagado a sus pies, un par de lágrimas bajando por sus mejillas que pronto se multiplicaron, empapándole el rostro.

Había echado a la única relación que le importaba en la vida.