Fin de año

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 Las calles estaban iluminadas y la gente bailaba y gritaba en las calles con copas de licor en las manos, mientras que él mascaba con lentitud un chocolate que había encontrado en una caja, tratando de obviar el asqueroso sabor a moho y polvo.

Pensó en lo que había hecho en la noche de Navidad y en como había escapado de la fiesta, ocultándose en el lugar que, sabía, nadie lo iba a buscar: el desván.

Se había arrastrado con sumo cuidado por entre las tablas añosas, sabiendo que si hacia demasiado ruido, alguien podría alertarse y subir y él no tenía la suficiente entereza como para poder mirar a alguien a la cara, no después de besar a Noodle.

Sabía que afuera habría ruido, así que tomó una vieja trompeta de plástico para llevársela a los labios, sonriendo con pena.

Pasaría solo el año nuevo.

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