Infiel IX

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Con las manos en los bolsillos, finalmente miró el cielo estrellado, poco común en invierno, y sonrió con suavidad. Apenas podía distinguir un par de estrellas por lo iluminada que estaba la calle, que era por lo que no se había equivocado de casa a pesar de lo tarde que había salido del bar.

Frunció el ceño cuando se dio cuenta de que la puerta de la casa estaba abierta, pensando que un ladrón podría haber entrado y robarse lo poco que tenían en superficie de las habitaciones sin protección adecuada.

Con un valor nunca antes visto en él, alcanzó una rama que "decoraba" el exterior de la casa por decisión de Murdoc, empuñándola como había visto que lo hacían los tenistas y los bateadores en partidos de béisbol.

Con los sentidos alerta, empujó la puerta, observando la entrada en penumbras que le dio la bienvenida con un fuerte golpe en una pantorrilla, sin embargo, eso no detuvo su avance.

- ¿Quién...? - La pregunta murió en sus labios cuando vio una pequeña figura sentada en el suelo, abrazando sus rodillas. Apretó la mandíbula antes de dejar caer la rama al suelo, haciendo un sonido seco para luego pasar de puntillas por el lado de la joven, rumbo a su habitación, sabiendo que no había ningún ladrón en casa.

- ¿Stu? - Sintió un escalofrío en recorrer su espalda, muy similar a un hilillo de agua helada, que lo paralizó en su lugar, sin embargo, no giró su cabeza para verla, manteniendo su vista fija en las escaleras.

- Debo ir a dormir. - Musitó mecánicamente, pero ella pareció no estar de acuerdo con eso, siendo más rápida y agarrando la punta de la chaqueta del cantante, evitando que se moviera.

- Tenemos que hablar. - 2D se mordió el labio, negando suavemente.

- No.

- Debemos hacerlo. - Insistió la japonesa,levantando la cabeza para mirar el perfil del hombre al que había traicionado.

- ¡No! ¡No quiero escuchar nada que me tengas que decir! - Gritó, tirando de su chaqueta para huir de ella, logrando que lo soltara, corriendo hacia las escaleras, haciendo gala de una extraña coordinación, poca veces vista en él.

Noodle se levantó de un salto, frunciendo el ceño antes de seguir al cantante.

No permitiría que 2D huyera.

Tenía que explicarse, sacar todo el veneno que tenía dentro y él también.

Solo así podrían sanar y comenzar de nuevo, juntos o por separado.

Feliz año nuevo.
Ahora solo quedan dos capítulos y el libro termina.
Nos leemos pronto.

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