Día A Día Contigo

Euterpe

La mujer le sonrió de forma amistosa mientras el padre de las moiras rodaba los ojos, su rostro cambiante girado hacia oro lado para evitar la mirada tierna que seguro su esposa le estaba dando al hombre de pelo azul.

- ¿Hay algo en que podamos ayudarte?

- S-s-si. Contestó Stuart de forma entrecortada. – Necesito que vuelvan a unir esto. – Le tendió el hilo de Noodle, la mujer tomándolo para observarlo curiosa.

- No podemos hacer nada, Perséfone, una vez muerto no se puede regresar, el hilo se rompió y punto.

- Pero recuerdo que una vez lo volviste a unir.

- Ese idiota de Orfeo te convenció y ya ves como terminó todo.

- Disculpen. – Trató de llamar la atención de Perséfone y la criatura. - ¿Me ayudarán?

- Solo si puedes convencerla. – Dijo la muerte, pasándose una mano por la cara antes de regresar a su tarea con el agua del Estigia.

- Si lo logras, yo lo convenceré y te entregará a tu esposa.

- ¿Qué tengo que hacer?

- El último que me pidió un favor cantó. – Dijo pensativa la mujer. – Puedes hacer eso, cantar.

- ¿Cantar?

- Eres un cantante ¿no?

- ¿Cómo sabe eso? – Perséfone se rio, Stuart sintiéndose como un idiota de repente.

- Soy una diosa y los dioses lo sabemos todo.

2D asintió, comprendiendo a medias lo que ella le decía, mordiéndose el labio inferior para tratar de concentrarse.

Cantar. Ese era su trabajo, pero jamás su voz había valido la vida de la persona que más amaba en el mundo.

Se preguntó qué podía cantar que le agradase a la esposa del dios de la muerte, sin embargo su mente se quedó en blanco. Un profundo dolor inundó su corazón, apretando los labios para tratar de contenerse. Se sentía solo; se sentía solo, destrozado y triste.

- Busted and Blue. – Susurró suavemente.

Recuperaría a su esposa y calmaría un poco el dolor que sentía.

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(Euterpe: Musa de la música)