Stuart se enjabonó el cabello, sintiendo el tibio masaje del agua en su espalda, enderezándose para poder enjuagarse, pasando las manos por su pecho, sintiendo con los dedos una pequeña cicatriz, algo que aún estaba fresco y rosado.
Aún no comprendía los que sucedía con la guitarrista, preguntándose internamente su estaba jugando con él, cosa que le pareció totalmente estúpido, Noodle no haría algo como eso, en especial después de terminar con su novio.
La japonesa, por su parte, trató de hacer el menor ruido posible, quitando cada prenda de su cuerpo, agradeciendo la espesa niebla que la protegía de la vista del cantante.
Stuart se paralizó cuando un par de brazos le rodeaban el pecho desnudo y húmedo.
- Stu. – Escuchó la voz de Noodle susurrar contra su espalda, ella apoyando una mejilla contra su piel. – Mi Stu.
- ¿Qué haces? – Se giró y observó los brillantes ojos verdes junto con las mejillas sonrojadas.
- Te vine a buscar. – Le tembló el labio inferior, volviendo a abrazarlo para sentir su calor contra ella. – Quería verte.
- Para eso está la sala, hubieras esperado a que me terminara de bañar.
- No podía. – Se apretó más a él, tratando de que sintiera su cuerpo, sin embargo, el cantante parecía no inmutarse. – Toochi, yo…- No terminó de hablar, tirando de él para poder besarlo, forzando al cantante a abrir la boca y corresponderle, tragando un gemido cuando él lo hizo.
Sintió como las manos masculinas la acariciaba, deslizándose por su piel humedecida. Quiso que la levantara y la tomara contra uno de los muros, sin embargo, el hombre se separó, empujándola hacia atrás de forma brusca.
Se alegró al ver un rastro de calidez y temor en su rostro, sin embargo, eso sólo duró unos segundos, la máscara de frialdad volviendo con fuerza.
- Sal de aquí, Noodle.
- ¿Qué?
- Que salgas, déjame en paz. – Noodle sintió como su cuerpo de entumecía, gruesas lágrimas bajando por sus mejillas.
- Tú…maldito…- No alcanzó a terminar, saliendo rápidamente, tomando su ropa para apenas cubrirse y huir de regreso a su habitación.
2D cayó de rodillas al suelo, el agua aún corriendo y mojando su cabello.
Tenía que hablar con Murdoc.
La infección no se había ido.
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Día A Día Contigo
Fiksi PenggemarSerie de historias cortas. (Gorillaz pertenece a Jamie Hewlett y Damon Albarn , yo sólo uso los personajes para divertirme)