Verdad (Segunda parte)

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Noodle respiró insegura mientras observaba su habitación en completo orden, temiendo que alguien la hubiese seguido de regreso.

Temblando, se llevó una mano a la boca, palpando sus labios, segura de que aún podía sentir la presión de los labios de 2D sobre los suyos, como si aún la estuviese besando. Cerró los ojos y se dejó caer en el suelo, un par de lágrimas bajando por sus mejillas, algo en su interior rogándole por volver al tejado y dejarse llevar por Stuart, por volver a besarlo, tratando de averiguar que tan lejos podían llegar hasta que la cordura regresara a ellos.

Gateó hasta su futón, recordando cuantas deseó en el pasado que el cantante la besara o por lo menos la abrazara con amor, su sueño cumpliéndose, aunque ya era demasiado tarde, ella tenía un novio y no lo iba a abandonar solo porque 2D la había besado, porque para ella eso no significaba nada, él siempre besaba a diferentes mujeres y se iba con ellas para desaparecer noches enteras, dejando a la guitarrista con un fuerte dolor y celos profundos, regresando y olvidando a sus conquistas rápidamente.

Se cubrió con la manta, esperando olvidar lo que él había hecho y poder volver a la normalidad.

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Con un gemido, Stuart regresó al interior de la casa, caminando lentamente hasta llegar a la sala y dejarse caer en un sofá, suspirando profundamente al darse cuenta de lo que había hecho, había besado a su pequeño amor y le había gustado, había sentido que por fin encontraba su lugar en el planeta, como si apenas la estuviera conociendo y enamorándose de ella.

Se acomodó, escuchando como tronaban algunos huesos de su espalda. La amaba y mucho. Se había dado cuenta una noche en que ella había salido con unos amigos, el hombre de pelo azul quedándose en casa con los otros dos miembros del grupo, comentando sobre lo idiota que era la juventud actual. En un momento, Murdoc tomó como ejemplo a Noodle y 2D no pudo más que defenderla del ataque del bajista, describiendo a la guitarrista como si fuese un ángel salido del cielo.

Murdoc bromeó con él sobre el poder ser el nuevo novio de la japonesa, cosa que no molestó a Stuart, por el contrario, le agradó hasta el punto de obligarlo a pensar por qué esa idea no le causaba repulsión, descubriendo que la amaba y que no quería que ella se fuese con nadie más, porque sabía que ambos se pertenecían el uno al otro.

Gruñó al pensar en el anillo de compromiso que el novio de Noodle le había mostrado, estando seguro de que ella jamás aceptaría una propuesta sin amor de ambas partes, porque su corazón sabía que ella no había sido capaz de dejar de amarlo a pesar de todo el daño hecho involuntariamente.

Se levantó de su lugar, mordiéndose el labio inferior, caminando con paso inseguro hasta el cuarto de la guitarrista, golpeando la puerta sin recibir ningún tipo de respuesta.

Giró la manija con la esperanza de que ella hubiese olvidado cerrar bien la puerta, dándose cuenta de que estaba en lo cierto, no había puesto seguro y él pudo entrar sin ningún impedimento.

Pensó unos segundos antes de acercarse a la mujer dormida, recordando que Russel y Murdoc estaban en un bar y no regresarían hasta altas horas de la noche, lo que le daba una oportunidad irrepetible para arreglar las cosas con ella.

Se agachó y la movió un poco, ella quejándose y apretando los ojos sin querer despertar.

- Amor, soy yo, necesitamos hablar. – Murmuró, ella despegando los párpados para mirarlo aturdida, sentándose y observándolo con detención antes de lanzar un grito y alejarse de él. – Noodz, por favor.

- Toochi, yo...yo no quiero hablar contigo, lo siento. – Se arrastró por el suelo, Stuart siguiéndola y logrando acorralarla contra un muro. – Por favor, dejemos esto hasta aquí, fue un error y... - Él la cortó, negando con la cabeza antes de besarla con hambre, animándola a seguirlo.

Noodle resistió lo mejor que pudo, sin embargo, los labios y los dientes del cantante eran demasiado persuasivos, su resistencia cediendo al final, enredando los brazos alrededor del cuello masculino y correspondiendo con la misma pasión de él.

- Te amo. – Sopló el cantante, abrazándola contra su pecho.

- Toochi, yo...

- Noodz, sé que me he demorado bastante tiempo, pero es lo que siento y quiero estar contigo.

- Tengo novio.

- No me importa, tú me amabas y...

- Stuart, no. – Dijo ella, empujándolo para apartarlo. – No quiero que mal interpretes esto.

- Pero...

- Tú y yo somos amigos. Punto. Jamás hubo oportunidad de que fuésemos algo más.

- No, amor, yo...- 2D se levantó del suelo, ella imitándolo y agarrándolo de un brazo para sacarlo de su cuarto.

- Lo siento, Stu, pero así debe ser. – Cerró la puerta, poniéndole seguro, dejando fuera de su habitación al cantante con el corazón roto.

Él estuvo pasmado unos segundos antes de volver en sí, golpeando la puerta de la japonesa con ambas manos, esperando que ella saliese y lo enfrentara.

Se contuvo de repetir que la amaba, apoyando la frente contra la puerta, dejando salir el aire que estaba en sus pulmones.

Hizo un gesto de derrota antes de girarse e irse a su habitación, su mente entendiendo lentamente que ella tal vez ya no lo quería como él deseaba.

Se recostó en su incómodo colchón, cerrando los ojos, dejando fluir las lágrimas que había estado aguantando.

Si ella no lo quería, él no iba a insistir.

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