Se removió inquieto, abriendo la boca para tomar una gran bocanada de aire antes de abrir los ojos de golpe, dándose cuenta de que era una pésima idea, cerrándolos nuevamente.
Escuchó una risita seguida de un gemido que, se dio cuenta, salió de su propia boca, algo húmedo deslizándose por sobre su ombligo viajando hacia el sur.
Estiró un brazo, buscando a la mujer con quien, se suponía, había pasado la noche, sin embargo, solo encontró un espacio tibio y vacío, volviendo a separar los párpados para observar a su lado, sus ojos solo pudiendo distinguir el sofá de la sala rodeado de algunas botellas.
- ¿A quién buscas? – Escuchó su voz, cada célula de su cuerpo estremeciéndose al sentir el suave aliento femenino sobre una muy visible erección matutina.
- N-n-Noodz. – Ella arrastró un dedo por la piel sensible de su dureza, sonriendo con ternura antes de verlo a los ojos.
- Buenos días, Toochi. – Susurró con un acento denso y seductor, sacando la lengua para pasarla por sus labios con delicadeza, cosa que no pasó desapercibida para el hombre. – Disculpa si no te desperté antes, pero vi algo que me llamó mucho la atención y quise investigar.
- ¿Q-q-qué? – Noodle rio, lamiendo su erección desde la base hasta la punta.
- Esto. – Contestó simplemente.
- ¿N-no te si-sientes mal? – Arqueó levemente las caderas, su cuerpo ansioso por volver a sentir la humedad de su boca a su alrededor.
- Un poco de dolor de cabeza, pero puedo soportarlo, digamos que un muy buen doctor me dio una excelente medicina para el dolor. – Musitó, separando levemente los labios para deslizar la punta del pene del cantante dentro de su boca, lamiendo con lentitud casi enloquecedora, Stuart mordiéndose el labio inferior para evitar lanzar un gemido lastimero. – Creo que necesito otra dosis, Stu. – Se derritió ante la dulce sonrisa que le regaló, nada consecuente con lo que estaba haciendo, una mano apretándole el tronco para luego masajearlo, llevándolo nuevamente a su boca para complementar sus acciones.
- A-amor. – Un leve zumbido de dolor pinchando su cerebro fue ahogado por el placer que estaba sintiendo, sus dedos crispándose sobre la alfombra, su respiración volviéndose irregular.
La mano y la boca se alejaron antes de que pudiese alcanzar su orgasmo, Noodle arrastrando su cuerpo por sobre el masculino.
Miró al hombre a los ojos antes de besarlo, hundiendo su lengua en la boca masculina, él girándolos para quedar encima, ella abrazándolo con las piernas, enterrando las uñas en su espalda, sintiendo como se acomodaba y entraba en ella sin más, sus labios separándose para lanzar un fuerte jadeo, las caderas pistoneando con lentitud, el cantante disfrutando de la sensación de tenerla a su merced.
- Aún tenemos tiempo, amor. – Susurró Stuart, Noodle suspirando ante la sensación de tenerlo dentro, abriendo la boca para decir su nombre como un murmullo, levantando su cadera para encontrarse con el hombre, arqueándose cada vez que sentía como él rozaba un punto enloquecedor en su interior.
Miró su rostro transfigurado por el placer y algo hizo clic en su interior, quería escuchar su grito de agonía y alegría pura, quería sentir como se derretía a su alrededor, por lo cual apresuró su ritmo, sacando la lengua para lamerle el mentón, Noodle gimiendo cada vez más alto hasta que sintió como su cuerpo entero se estremecía, 2D gruñendo mientras ella se apretaba a su alrededor, su propio cuerpo arremetiendo enloquecido hasta que él mismo grito el nombre de la guitarrista, llenándola de su semen, ambos jadeando fuertemente en busca de aire.
Stuart se negó a desenvainarse del húmedo y cálido interior de su pequeño amor, rodando con ella para disfrutar de su abrazo antes de que un pitido llamara la atención de los dos.
La contestadora automática hizo su magia, la voz profunda y espesa del baterista emergiendo, los vellos del cuerpo de 2D erizándose, como si hubiese sido descubierto por su amigo acostándose con su hija.
- "Hey, muchachos, solo llamaba para avisarles que nos quedamos otra semana en Londres, Ace tiene mucho que hacer con lo de regularizar sus papeles y...bueno, ya saben." – Noodle dejó salir un suspiro de alivio, Stuart relajándose en los brazos de la mujer. – "Espero que la casa este de pie cuando vuelva y, recuerden, no hagan nada malo mientras no estoy". – La llamada se cortó, una amplia sonrisa extendiéndose en los labios de la mujer.
- Una semana. – Musitó, lamiendo la comisura de la boca masculina.
- Una semana. – Repitió el cantante, pasando una mano por sobre las caderas femeninas, bajando hasta sus nalgas para pellizcarla allí.
Tenían una semana sin sus amigos y Stuart estaba seguro de saber como aprovechar ese tiempo libre para los dos.
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Día A Día Contigo
FanfictionSerie de historias cortas. (Gorillaz pertenece a Jamie Hewlett y Damon Albarn , yo sólo uso los personajes para divertirme)