Magia

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- Entonces ¿de dónde conoces a Ilia?

- Nos conocemos de niños, mis padres admiraban a los muggles y vivieron entre ellos hasta que se retiraron, Ilia era mi vecina y fue aceptada en Hogwarts en la misma época que yo, aunque sus padres se asustaron cuando mi padre llegó con un rostro serio y les dijo que su única hija era una bruja en potencia. - Musitó en voz baja el hombre, mirando a su alrededor, asegurándose de que no fuese escuchado, sin embargo, el bus en el que estaban estaba vacío. - Fue antes de conocerte cuando te transfirieron en cuarto año.

- Solo fue porque a mi padre le ofrecieron el puesto de embajador mágico, Stuart, no porque me hubiesen echado de Mahoutokoro como la pesada de Paula le dijo a toda la escuela.

- Eso ya lo habías dicho, Noodz, además, a la que echaron fue a Paula porque se ocurrió hechizar la comida de los de primer año cuando estábamos a punto de graduarnos.

- Fue algo bueno.

- ¿Algo bueno? Por su culpa casi perdemos la copa de las casas, por suerte todo se pudo arreglar y Gryffindor ganó una vez más.

- Pero tú eras Ravenclaw. - Stuart alzó una ceja, mirando a la mujer japonesa a su lado

- Da la casualidad de que mi novia era Gryffindor ¿lo olvidas, Noodz?

- ¿Por qué vamos en este transporte mahōde wanai?

- ¿Mahode qué?

- No mágico.

- Ah. - Le tomó una mano, entrelazando sus dedos con los de ella. - Russel e Ilia viven en un barrio muggle, recuerda que ambos salieron de familias muggles y querían vivir en un lugar tranquilo que les recordara su niñez.

- Pero ¿y las escobas?

- Si nos viesen bajar de los cielos, los vecinos de ellos nos lincharían, amor, además, así podemos observar como viven las personas sin magia día a día.

- Creí que también iríamos a ver al hijo de Russ.

- Claro, le llevo unas cuantas ranas de chocolate y grageas de todos los sabores.

- Me gustan.

- Solo porque nuestro primer beso fue después de que me comiera una con sabor a pastel de fresa con chocolate.

- Fue aceptado en Hogwarts.

- Por supuesto, es nuestro ahijado, Samwel solo puede ser el mejor de su clase.

- Supongo que cuando tengamos hijos también querrás que den lo mejor de si mismos. - Él la miró con sus enormes ojos negros, sonriéndole.

- Solo querré que sean felices. - Miró por la ventana y se apresuró a levantarse, Noodle imitándolo.

El bus se detuvo, la pareja bajándose y observando a su alrededor antes de enfilar por una calle lateral hasta una esquina llena de flores donde una enorme casa estilo tudor se alzaba.

- Recuerda que debemos irnos temprano, tengo que ir al estudio temprano y tu editor espera el libro terminado a primera hora.

- No te preocupes, hice un encantamiento para saber a que hora debemos volver a casa.

- Confió en ti.

- Ahora vamos, las ranas saltan en mi bolsillo.
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Para user53334370, espero te guste.

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